Luego de la reforma constitucional, el tema central pasó a ser, por lejos, la elección del sucesor de Guillermo Semhan, quien resistía una dura ofensiva gubernamental empeñada en ubicar al frente del Tribunal a Eduardo Panseri. El mercedeño se las ingenió, como cortesano que es, conocedor de todos los secretos de la Corte, en operar a destajo para volver a marcar la cancha al Gobierno. Sus dos vicepresidentes serán Eduardo Rey Vázquez y Fernando Niz, ambos íntimamente ligados a la Iglesia. La definición se dio de improviso, casi de la noche a la mañana, cuando hubo certeza de los números. Con todo, la decisión no pareció fácil. Fue el acuerdo de ministros más largo de los últimos años. La continuidad de Semhan refleja el equilibrio que se advierte luego de la caída del intento reformista y muestra que aunque algunos jueces puedan resultar (o no) funcionales al Gobierno, en el Superior los parámetros son otros.