La concentración económica detrás de la lógica devaluacionista
Por Mariano Beristain
Los grandes impulsores de la devaluación son los mismos que durante los últimos 30 ó 40 años vienen fugando capitales al exterior y consolidan sus ahorros en dólares a través de distintas maniobras que les permitieron fugar al extranjero u$s 200 mil millones entre 1978 y 2012, producto del lavado de dinero, la evasión fiscal y la corrupción. Este dinero se recicla y regresa al país muchas veces a modo de autopréstamos cuando se produce un resquebrajamiento económico que destruye el valor de los activos (tierras, empresas, inmuebles, etc) que favorece la compra a un precio de remate.
Recuerde usted que tras la salida de la ficticia Convertibilidad, y en medio de una desocupación y pobreza galopantes, un departamento de tres ambientes en algunas zonas de la Capital podía adquirirse a U$S17 mil, un valor irrisorio.