INTERNACIONALES
9 de julio de 2016
Raúl Castro admitió turbulencias pero llamó a resistir
El presidente de Cuba reconoció que la economía de su país atraviesa un período de inestabilidad que atribuye a quienes "quieren sembrar el desánimo", pero descartó de plano la posibilidad de sufrir debido a que su gobierno está “preparado y en condiciones para revertirlo”.
Raúl Castro pronunció un discurso durante la clausura del VII Período de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional (Parlamento), en el cual llamó a “reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles”, a la vez que admitió que el PBI del "primer semestre creció la mitad de lo que se esperaba” en la isla caribeña.
Entre los factores que afectan la evolución de la economía mencionó al bloqueo estadounidense que aún rige en Cuba, y la “contracción en los suministros de combustible pactados con Venezuela”, a pesar de los “esfuerzos” del presidente Nicolás Maduro para cumplir los compromisos, de acuerdo con la transcripción de Prensa Latina.
“Como era de esperar, con el propósito de sembrar el desánimo y la incertidumbre en la ciudadanía, comienzan a aparecer especulaciones y augurios de un inminente colapso de nuestra economía con el retorno a la fase aguda del período especial que enfrentamos a inicios de la década del 90 del pasado siglo y que supimos superar gracias a la capacidad de resistencia del pueblo cubano y su confianza ilimitada en Fidel”, sostuvo Castro.
Además, el presidente de Cuba agregó que “pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales”, pero aseguró que el gobierno está “preparado y en mejores condiciones que entonces para revertirlas”.
“Es preciso reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles, fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles. Se preservarán los servicios sociales que la Revolución ha conquistado para nuestro pueblo y se adoptarán medidas con el propósito de elevar paulatinamente su calidad”, consideró.
"En el primer semestre del año", dijo Castro, "el PBI creció un uno por ciento, la mitad de lo que nos habíamos propuesto. Este resultado ha estado condicionado por la agudización de restricciones financieras externas motivadas por el incumplimiento de los ingresos por exportaciones, unido a las limitaciones que afrontan algunos de nuestros principales socios comerciales, debido a la caída de los precios del petróleo”, añadió.
Posteriormente se quejó “a más de tres meses de los anuncios del presidente (Barack) Obama, el 15 de marzo, de que se eliminaría la prohibición a Cuba para utilizar el dólar en sus transacciones internacionales, lo cierto es que no se ha logrado todavía efectuar pagos ni depósitos en efectivo en esa moneda”.
Sin embargo, el mandatario concluyó con un concepto positivo al explicar que "pesar de la prolongada sequía, comenzamos a ver los frutos de otras acciones encaminadas a asegurar un mejor acopio y distribución de los productos agropecuarios, con mayor presencia de los mismos en los mercados y una ligera, pero progresiva, reducción de los precios de venta.Estos efectos, que todavía son incipientes, han tenido una favorable acogida en la población por representar un alivio para las familias cubanas. Se estudian otras alternativas en correspondencia con las posibilidades económicas del país".