Por: Fabián de Luca

LA CRUZ, CORRIENTES (18 de diciembre de 2025) – Tras la jura del pasado 9 de diciembre, el escenario político en La Cruz ha dejado de ser una foto protocolar para convertirse en un tablero de ajedrez complejo. Luis Calomarde asumió la intendencia con una fortaleza institucional envidiable —una mayoría especial de dos tercios en el Concejo Municipal—, pero con una aritmética electoral que marca el pulso de su gestión: el 35% de los votos obtenidos en agosto frente a un 65% que conforma el arco opositor.

El "Efecto Branchi": ¿La primera pieza de un plan mayor?

Ante la necesidad de ensanchar su base de sustentación, Calomarde ha ejecutado un movimiento que, según versiones cada vez más sólidas, es la primera, pero no necesariamente la última, de las incorporaciones extrapartidarias al gabinete. El ofrecimiento a Jorge Branchi, referente de las ideas libertarias en La Cruz, es la pieza que confirma la regla.

Al tentar a Branchi —quien se desmarca de la estructura provincial de Lisandro Almirón—, el Intendente busca capturar simbólicamente ese 17% de los votos que el libertarismo de Sebastián Arizaga cosechó en agosto. Es un movimiento de "captura y división" que intenta consolidar un núcleo de poder por derecha, pero que asoma como apenas el inicio de una serie de convocatorias destinadas a quebrar la fragmentación opositora.

El respaldo del "Sillón de Ferré"

Lo que permite a Calomarde jugar con esta audacia es su alineamiento total con la Provincia. Perteneciente a Vamos Corrientes y con un vínculo de extrema cercanía con el flamante gobernador Juan Pablo Valdés, el Intendente goza de un "apalancamiento" político que compensa sus números locales. Esta terminal directa con la Casa de Gobierno le otorga una red de seguridad financiera y política que pocos municipios poseen para enfrentar el 2026.

La prueba de fuego: Legitimidad de gestión vs. acuerdos de cúpula

Sin embargo, el análisis debe contemplar un factor determinante: la legitimidad real no se firma en un despacho de gabinete, sino que se revalida en la calle. Más allá de los acuerdos sectoriales o la suma de dirigentes puntuales, el éxito de Calomarde dependerá de si acierta en sus decisiones en un contexto de crisis económica y social acuciante.

En una sociedad que aún procesa la "vara alta" dejada por la gestión de Fagúndez-Toledo, los errores —especialmente en el área social— se pagan muy caro. El blindaje de 2/3 y el giro a la derecha podrían volverse irrelevantes si el Ejecutivo no logra contener la demanda de una población donde el 65% hoy observa con mirada crítica. La verdadera sustentación política vendrá de la eficacia administrativa: en tiempos de crisis, el vecino no juzga el color de la alianza, sino la llegada de la solución.

Conclusión

Calomarde ha comenzado a aplicar su manual de consolidación del poder: blindaje legislativo, expansión estratégica y sintonía provincial. La posible llegada de Branchi es el primer movimiento de un plan de "puertas abiertas" que busca transformar la legalidad del cargo en una mayoría social sólida. El desafío será demostrar que este ensanchamiento sirve para gestionar mejor, y no solo para acumular poder mientras la crisis golpea las puertas de los cruceños.

Fuente: www.radioexito.com.ar