La medida de fuerza llevada adelante por los empleadores y propietarios de campos del sector agropecuario, dejó al descubierto los serios inconvenientes para las carnicerías minoristas, que hoy optan por evitar comprar media res.
Francisco, empleado de un minimercado ubicado por Gobernador Lagraña y Sargento Cabral, señaló a EL LIBERTADOR que "con los incrementos de precios que se dan en la carne vacuna desde mayo hasta hoy, y por las amenazas de paro que están siempre latentes, se dejó de comprar media res"; a lo que agregó: "Ahora sólo trabajamos con los cortes que se piden con frecuencia, porque la gente tampoco compra como antes".
"A parte de los vecinos que residen en la zona, trabajamos mucho con los estudiantes, pero todos nuestros clientes compran muy poca carne", indicó Francisco, a lo que agregó que "hay veces que llevan menos de un cuarto de carne molida, o una sola chuleta y cuando vas a cortar te piden que sea  un corte fino".
Al consultar a los estudiantes que realizan sus compras en la carnicería mencionada y otra del barrio Aldana, ubicada por Gobernador López y José María Rolón, confirmaron que cada vez consumen menos carne. Incluso estudiantes del Interior destacaron: "Cuando vamos a nuestros pueblos, a la casa de nuestros padres, tratamos de comer lo más que podemos, o nos traemos algunos cortes para acá, porque con lo caro que está todo, llevamos vida de vegetarianos".
Otra aclaración que realizó Francisco, el empleado de la carnicería, es que comprobó que los precios de todos los productos son más altos desde la avenida Ferré hacia el río Paraná y no entiende cuál es el motivo. Sin embargo comprendió que es una de las principales razones de la disminución en la demanda de carne vacuna.
Y en relación al lockout, explicó que tanto ese comercio, como otros de Capital, reciben carne de Buenos Aires todos los viernes. Por lo que temen notables desabastecimientos a partir del fin de semana, ya que el paro de los empresarios finalizaría recién mañana a la medianoche.

Reclamos de productores
El paro de actividades impulsado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria; Confederaciones Rurales Argentinas; y la Sociedad Rural Argentina busca generar un cambio en la política agropecuaria, que resuelvan cuestiones vinculadas a la falta de rentabilidad, suba de costos por inflación y caída de mercados externos.
Con este segundo paro concretado en 2015, los productores buscan poner en evidencia la crítica situación económica que atraviesa el campo en todo el país.