El oficialismo gobernante parecía ayer dispuesto a avanzar contra viento y marea en la prosecución del trámite del acuerdo de una juez cuya designación ha sido cuestionada por no estar firme la decisión judicial que remueve al anterior titular del juzgado.
La bancada radical no sólo parecía dispuesta ayer a desoír el fallo de la Corte, sino además a impedir el uso de la palabra del abogado de la defensa, Ramón Leguizamón, que anticipó que haría uso del Derecho que le asiste de modo que si la mayoría del Senado no lo habilita para exponer quede constancia de ello en el acta de la sesión, de modo de abonar ante la Justicia la notoria animosidad que advierte en el trámite seguido que pareció tener un punto de inflexión con el enojo que en varios ministros del alto Tribunal causó el conocimiento de la presentación de un recurso de queja por denegación de justicia, lo cual ilustró a la Corte que un fallo dictado por ella había sido cajoneado por la cúpula tribunalicia correntina.
El bloque del FpV, con la totalidad de sus componentes y con la firme postura principista de acatar el fallo del alto Tribunal tenía número ayer para ganar en el recinto, aunque en forma ajustada.
Frente a esta circunstancia, el oficialismo por segunda vez en los últimos dos meses abandonó precipitadamente el edificio legislativo para no someterse a una segura derrota.
Con Canteros ausente, invitado que fuera el vicepresidente 1º, David Dos Santos a presidir prefirió no hacerlo.
Rápido de reflejos, el vicepresidente 2º, Rubén Pruyas se subió al estrado presidencial junto a los dos secretarios y, previa constatación de los presentes dio por caída la sesión por falta de quórum.