El último conflicto policial incidió en el cambio de jefatura en la fuerza
El comisario Juan Alfredo Ojeda perdió el mando. La tropa se rebeló y el pedido de un recambio fue generalizado en todas las líneas. Llega una dupla conformada por dos hombres oriundos de Empedrado. Uno con fuerte apoyo en el interior y otro que en la Capital es determinante.
El desgaste, la falta de credibilidad y el último conflicto policial por el aumento salarial ocurrido en diciembre del año pasado aceleraron el cambio en la jefatura. El comisario general Juan Alfredo Ojeda fue reemplazado por el comisario general Eduardo Acosta, quien se encontraba hace al menos seis meses en disponibilidad. Hasta había iniciado los trámites para jubilarse, ya que pretendía pasar más tiempo con su familia y seguir de cerca un emprendimiento privado. Ante la oferta decidió afrontar el desafío. Es oriundo de Empedrado, y el ser del interior lo llevó a quedarse con el puesto. Entre la larga lista de candidatos se buscaba a alguien con ese perfil. Que haya recorrido la provincia y tenga el apoyo de los subordinados que Ojeda perdió en los últimos tiempos. Estará acompañado por quien recibió el premio a la trayectoria y fidelidad. Un hombre que se desenvuelve muy bien en la Capital correntina. Se trata del comisario general Mario Aldo Mendoza, también oriundo de la Perla del Paraná, pero radicado en la Capital. Mendoza tuvo un protagonismo importante para destrabar el conflicto policial que estalló en varias provincias del país y amenazaba con instalarse en Corrientes, cuando los policías salieron a la calle a exigir un aumento salarial. Cabe recordar que el epicentro del reclamo surgió en el Comando de Patrullas ubicado por la avenida Centenario. Mendoza junto con un grupo de efectivos de confianza fue el que se puso al frente de la negociación, ya que los policías demandantes no querían tener trato directo con Juan Ojeda, hasta entonces jefe de Policía. Mendoza logró mantener tranquila a la tropa. En el interior la situación fue distinta. Sólo se despertaron algunos focos de protestas en algunas comisarías que fueron controlados y apaciguados. Pese a la recomposición que otorgó el Gobierno, la injerencia de Ojeda dentro de la fuerza ya no fue la misma. En diciembre el gobernador reelecto Ricardo Colombi comenzó a trabajar en la creación de nuevos ministerios y a designar a los distintos funcionarios. Se confirmó la continuidad de Ojeda con la cúpula que siempre lo acompañó. Sin embargo el recambio no se pudo evadir.
Diversas situaciones confusas en algunas comisarías, los roces con algún funcionario de Seguridad y el malestar que se generalizó en la fuerza empujaron el cambio.
Ojeda fue perdiendo el mando. No se sabe si fue motorizado por alguien o los hechos sólo sucedieron. El quería seguir, se sentía capaz, pero la tropa no lo entendió así.
Fuente:www.ellitoral.com.ar