Un correntino cortaba el pasto de su casa y se encontró con una coral, un tipo de serpiente con un potencial veneno. Sin embargo, proteccionistas advirtieron la necesidad de no matar a los animales silvestres. 

En una casa quinta de la localidad de Santa Ana, Corrientes, un médico cortaba el pasto y al juntar los yuyos del patio sintió que algo se movía. La imagen de la serpiente muerta fue facilitada a este diario con la intención de identificar la especie. 

La presidente de la Fundación Ñacaniná, Nora Frank, dijo a El Litoral que se trata de un ejemplar del género Micrurus, conocida habitualmente como “coral verdadera”. También lamentó que hayan matado a la serpiente. 

Como todas las serpientes, las corales verdaderas cumplen un rol importante en el ecosistema como controladores biológicos. Se alimentan de reptiles serpentiformes, principalmente serpientes y anfisbenas, ranas, lagartos, etc.

"Pueden aparecer en los patios de las casas periurbanas (con un monte o espacio natural cercano) porque estas serpientes ponen sus huevos en hormigueros. Es peligrosa, potencialmente mortal, pero no se irrita, no es una serpiente de mal carácter", explicó la herpetóloga.

Frank añadió que los accidentes ofídicos con estas corales se dan en pocos casos y que su veneno es neurotóxico, por lo que puede afectar al sistema nervioso central de las personas. "Este animal está amenazado por la expansión de los cultivos, sumada a la persecución humana, ya que la matan por miedo", advirtió. 

Fuente: www.ellitoral.com.ar