INTERNACIONALES
3 de noviembre de 2020
En medio de versiones de fraude, los norteamericanos eligen presidente
En Estados Unidos los comicios a presidente son indirectos, lo que significa que algunos territorios -estados- acaban pesando más que otros.
El candidato que llegará a la Casa Blanca, o se quedará en ella en el caso del presidente Donald Trump, debe conseguir al menos 270 de los 538 votos del Colegio Electoral.
Cada estado tiene un determinado número de votos en función de su población y el aspirante que consiga mayor número de sufragios populares en ese territorio se suele llevar todos esos votos electorales. Como algunos estados tienen un sólido historial de preferencia demócrata o republicana, la atención se centra en aquellos en los que no está tan claro quién puede ganar. Es por eso que toda la atención estará puesta en esos estados: Carolina del Norte, Florida, Pennsylvania, Michigan, Wisconsin y Arizona; y otros dos que se han vuelto más competitivos por sus cambios demográficos, Georgia y Texas.
Hoy es el día de la elección presidencial, no obstante, millones de estadounidenses están votando más por correo estas elecciones que las anteriores, lo que puede llevar a que haya que esperar días para conocer el resultado final mientras esos sufragios son procesados y contabilizados.
Por esa misma razón, sea cual sea el resultado, será discutido. El presidente Donald Trump se encargó ayer de instalar que su derrota solo sería posible con un fraude electoral, en tanto que los votos por correo, en su mayoría favorables a Joe Biden según las encuestas, demorarán más en ser escrutados.
En principio, la ecuación política explica perfectamente la estrategia de sospecha del presidente saliente: el 58% de los estadounidenses que irán a votar hoy -3 de noviembre- estarían inclinados a votar a favor de Trump, pero el 75% de los que preferirían votar por correo lo harían por Joseph Biden. En otras palabras, es probable que los primeros conteos le den ventaja al candidato republicano -y la sensación a sus seguidores de que ya ganó-, antes de que los millones de votos por correo (ya eran treinta y tres millones en 2016) inviertan el resultado.
Fuente:www.nortecorrientes.com