DEPORTES
9 de mayo de 2016
Una exhibición en la parte inicial le bastó a Boca Unidos para vencer a Ferro
Cángele, de penal, y un zapatazo desde lejos de Bravo, que luego se fue expulsado, le dieron el triunfo al elenco de Montero, que vuelve a ser escolta aunque ahora en soledad. Un primer tiempo superlativo del equipo correntino, que aún sueña.
No se resigna, no baja los brazos. Boca Unidos volvió al triunfo ayer por la 15ª fecha de la B Nacional, y retornó al segundo puesto del un torneo, que, si bien lo tiene a 9 puntos del líder Talleres de Córdoba aún, cuando faltan seis fechas, está en la puja por el ascenso.
La “víctima nueve” del conjunto de Paolo Montero, desde que asumió como entrenador aurirrojo no pierde, fue Ferro Carril Oeste, equipo al que doblegó en el estadio del barrio 17 de Agosto con goles de Franco Cángele, de tiro penal, a los 15 minutos, y de Juan Bravo a los 40, ambos en la parte inicial. En el complemento, a los 22 minutos, el mismo Bravo vio la segunda tarjeta amarilla de parte del árbitro Ariel Penel y se fue expulsado.
Boca Unidos mostró ayer ante su par de Caballito sus dos caras, haciendo un primer tiempo superlativo en todos los aspectos, defensivo y ofensivo; y un complemento en el que pareció conformarse ante un rival que no tuvo muchas ideas en ataque.
Con ese panorama desde el primer minuto de juego, el Aurirrojo comenzó a construir un monólogo. El buen trato de pelota, desde atrás hacia adelante, y con hombres como Cángele, Matías Escobar y Pablo Vergara en su máxima expresión, todo era del local.
Poco antes de los 10 minutos, el local comenzó a plasmar en el área visitante la supremacía en el juego. Emanuel Olivera conectó de cabeza un centro desde la derecha que se apenas desviado. Cinco minutos después, una jugada por la izquierda derivó en un intento de centro que pegó en la mano de Juan Larrea y Penel marcó el punto penal. Cángele cambió la infracción por gol y puso justicia a un partido del que Boca Unidos era dueño.
El gol no aplacó la producción del los de Montero que siguieron atacando y sacando provecho de buenas asociaciones desde el medio campo. A los 40 minutos, un nuevo desborde por la izquierda terminó en un centro que despejó a medias la última línea de Ferro y encontró de frente casi en la puerta del área a Bravo que tras acomodarla sacó un fuerte remate que se estrelló en la parte interna del travesaño, rebotó y se metió en el arco decretando el 2-0. La parte inicial no dejó mucho más, marcando un nivel superlativo del local, lo mejor que se vio del Aurirrojo desde la llegada de Montero.
Para el complemento, los planteos serían claros desde el vamos: Ferro Carril Oeste, yendo a buscar el descuento, y Boca Unidos, administrando esfuerzos. Así el Aurirrojo cedió campo y balón a un rival limitado en la creación y poco profundo a la hora de atacar.
El partido cayó entonces en un pozo del que ya no salió hasta el final, dejando solo como dato relevante la expulsión del lateral colombiano Bravo, tras ver por segunda vez la amarilla por un infracción.
Fue triunfo, bien logrado, para un Boca Unidos que en los números aún está en carrera por el ansiado ascenso. Pero habrá que esperar una mano de un Talleres al que aún habrá que enfrentar y esperar que en las fechas que restan deje algún punto en el camino.