En un contexto nacional hubo un marcado crecimiento de casos de embarazo adolescente y los datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación relevaron un aumento de un 15% desde el año 2011. Con este contexto, se pudo advertir que desde algunos centros de atención primaria de la salud (Caps y Saps), trabajan con talleres destinados a la educación sexual preventiva, no sólo de embarazos sino además de enfermedades de transmisión.
De acuerdo a las estadísticas oficiales por año hay más de 117 nacimientos, por lo que se supone que cada cinco minutos una menor se convierte en mamá. Estas cifras suelen atribuirse a la pobreza, que solo podrán paliarse con el incremento de talleres preventivos.
A modo de ejemplo, en el Saps Elías Galván se incorporó un consultorio de adolescencia. “Fue creado a fin de prevenir el embarazo juvenil y algunas enfermedades de transmisión sexual y para ello se brinda contención ginecológica donde orientamos a los chicos. Además sabemos que situaciones como estas hacen que después estos chicos terminen dejando la escuela, por ejemplo”, indicó, Gladis Vallejos, directora del Saps. 
Sin embargo, indicó que los casos continúan apareciendo: “Desde hace tiempo que tenemos un buen grupo de madres adolescentes. Cuando ya nos caen las embarazadas, el tratamiento se vuelve particularizado y hacemos un seguimiento de las mismas; tratamos de no perderlas de vista, tanto a ellas como al entorno. Además se trabaja en conjunto con el Hospital Vidal porque muchas menores son de riesgo y en esos casos hay que derivarlas”.
De la misma manera desde el barrio la Olla indicaron a El Litoral que se realizan charlas en las que se invita a todos los jóvenes de la zona. Y además el centro cuenta con una farmacia, por lo que a través de la consulta pueden obtener anticonceptivos, ya sea orales o inyectables. 
“También contamos con una cajita (ubicada en sala de espera) que tiene preservativos. Estamos hace un año trabajando y luego del primer taller todos ya sabían que podían retirar su profiláctico de allí y al comienzo se notaba la vergüenza, pero creo que ya se acostumbraron, así que comenzaron a retirarlos sin problemas”, explicó la doctora Collantes, miembro del Caps. 
Y además agregó que aproximadamente el 40% de las embarazadas que acceden a la atención son adolescentes. “Creo que tenemos que seguir operando con los talleres orientativos. Acá tenemos hasta farmacia donde se puede retirar los medicamentos gratuitamente, sólo se debe venir”, indicó.
Es una situación que se repite en varios barrios, donde operan con charlas preventivas, pero los especialistas recalcan que las orientaciones deben comenzar en casa.