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EL TIEMPO EN LA CRUZ

29 de junio de 2014

El Paraná, amigo y enemigo para decenas de familias que diariamente la pelean en el Itatí

La mayoría de las familias que viven a metros del agua subsisten de la pesca, pero en los últimos días no pudieron sacar nada de las aguas.
La Asignación Universal por Hijo se convierte en el principal sustento del hogar, donde la precariedad prevalece en cada espacio del mismo.

CLARISE SANCHEZ SOLOAGA [email protected] FOTOS Nicolás Alonso   Una de las principales fuentes de ingreso de los vecinos del barrio Itatí de esta ciudad es la pesca, pero por la crecida del río los malloneros contaron a El Litoral que cuesta sacar de las aguas algo para comer o vender. “No sacamos nada y nos es difícil poder tener para comer todos los días, pues vivimos de la pesca”, contó una madre y mostró, al igual que otras familias, los resultados del paso del agua en su hogar.  “Vivimos en esta casilla junto a mi marido y cinco hijos, vivimos de la pesca pero mi esposo no anda pescando nada por la crecida”, dijo la mamá de la familia Miño, cuyo hogar está a pocos metros del río. El hijo menor tiene tres años y duermen todos en una sola habitación donde los colchones están en el suelo o sobre una cama armada con tachos de pintura.  Esta madre, como otras que fueron entrevistadas, recibe la Asignación Universal por Hijo, por lo que este plan se convierte en estas ocasiones en el principal y único ingreso económico para poder alimentar a los niños.  “Hay cuatro familias viviendo en esta casa, cinco son bebés, y cuando tenemos ganas de ir al baño hay que ir hasta la casa de mi nuera porque acá no tenemos”, relató Rosario, una mujer de unos 60 años cuya vivienda tiene tres casillas en las que viven sus familiares. La casa de su nuera está cruzando una cancha de fútbol, y al preguntársele cómo hacen los días de lluvia o a la noche dijo están “acostumbrados”.  “Esta casilla nos la dieron después de la última crecida y nos  habían prometido que iban a construirnos un baño”, agregó la mujer, que también es mallonera.  Respecto a su actividad dijo que en los últimos días no están pescando nada y que cuando la pesca es buena pueden obtener hasta 200 pesos que deben “dividir con un ayudante y pagar la nafta”. “Tengo un esposo que es discapacitado y un hijo, recibo unos 1.800 pesos de pensión, pero al comprar los medicamentos esto no m e alcanza”, contó otra mujer que ejerce el mismo oficio. En relación a la crecida dijo que no querían salir de su hogar por miedo a que “entren otras personas y saquen lo poco que hay”.  Los baños en algunas casas están ubicados afuera de la vivienda.  La falta de higiene y precariedad prevalece en todos los rincones de es aparte del barrio. Las cocinas son mesas de madera en mal estado ubicadas fuera de las viviendas, donde las mujeres cocinan con frecuencia sopa o guiso de pescado, menú obligado por el precio de los alimentos que no pueden solventar.  Los perros son un habitante más de las casas y estos también perjudican el ambiente saludable pues en la mayoría de los hogares los integrantes más numerosos   son los niños con muy mal estado de nutrición.   Fuente:www.ellitoral.com.ar

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