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EL TIEMPO EN LA CRUZ

27 de mayo de 2014

Los padres de “Wilson” cruzaron la frontera para reencontrarse con su hijo

Si bien aún falta que la Justicia certifique la identidad del hombre, familiares y personal de salud no dudan de que se trate de Fernando Cuevas.
Ayer sus padres arribaron a Corrientes y pudieron ver a “Wilson”. Hace unos cuatro años que desconocían su paradero. La historia del NN que movilizó al Vidal.

MARIANA BLANCO [email protected]   El 22 de septiembre de 2011 la Policía de Corrientes trasladó a un hombre NN hasta el servicio de emergencias del Hospital “J. R. Vidal”. “El equipo de terapia intensiva le salvó la vida”, dijo a El Litoral el jefe del Servicio de Clínica Médica del centro de salud, Horacio Sotelo. Por un certificado de DNI en trámite lo habían identificado como Wilson Pérez. Se presuponía, era brasileño. Sin embargo, con un daño neurológico serio y sin poder comunicarse con certeza, el origen del hombre era un misterio. Luego de casi tres años de haber permanecido internado en el hospital, familiares lo identificaron por redes sociales. El perfil lo había creado un ex paciente del centro sanitario, luego de contar con autorización de la Justicia para difundir la búsqueda de datos que permitieran identificar al hombre. Mientras tanto, el equipo médico del hospital le ofrecía los servicios indispensables para mantenerlo saludable.  Luego de casi tres años, desembarcaron novedades desde Uruguay. El domingo  arribó a la ciudad de Corrientes Valeria Cuevas, quien se presentó como la hermana de “Wilson”. Contó que se llamaba Fernando Cuevas, que tiene 38, que es mochilero, que hace aproximadamente cuatro años desconocían su paradero y que desde 2004 frecuentaba viajar más allá de la frontera. La acompañaba su prima, a quien llaman tía, María Teresa Torena Castro. Ambas son oriundas de Durazno, una ciudad ubicada en el departamento homónimo en el centro del vecino país. De allí es Fernando Cuevas, más conocido por el personal médico como “Wilson”. El es su único hermano, es el mayor y se llevan cuatro años. “Puede ser que nos haya reconocido pero hay que darle tiempo y que él, tranquilo, pueda ir recordando de a poco”, dijo Valeria a El Litoral. La mujer cargaba una mochila con fotos familiares y documentos para acreditar la identidad del NN. A Fernando o a “Wilson” se les escaparon unas lágrimas al momento de tararear su hermana una canción de Virus. “Amaba el rock and roll”, dijo Valeria, quien recordó los tiempos de juventud. Aunque él pasó por varios tratamientos para dejar sus adicciones. Ella hoy está casada y vive en Canelones, a 140 kilómetros de la ciudad de sus padres. “Cuando lo vi en fotos ya sabía que era mi hermano. Inmediatamente llamé a mi papá porque tenía la certeza de que era mi hermano, no sólo por los rasgos físicos, también por su tatuaje de la anarquía, y para mí no hay dudas”, expresó la mujer, quien, no obstante, aseveró estar a disposición de la Justicia para seguir todos los pasos legales que sean necesarios. Ayer su papá y su mamá desembarcaron en la terminal de ómnibus de Corrientes. Cándido Cuevas tiene 72 años y varias intervenciones por sus problemas cardíacos. Sin embargo, atravesó la frontera para ver a su hijo, junto a su esposa, María Luisa Castro. Son jubilados y atienden una panadería en Durazno. Con desbordada emoción los padres se encontraron con su hijo en la unidad del  servicio de clínica médica “Doctor José Benjamín Lanari Zubiaur” del Hospital Vidal. Doctores y enfermeros atestiguaron el momento. “Nos abrazamos porque lo cuidaron mucho. Ellos le salvaron la vida”, manifestó Valeria, quien estrechó en sus brazos a enfermeros del servicio. “Quería agradecerle al Hospital Vidal de Corrientes. A todos los médicos que lo atendieron, que lo trataron con tanto amor, que le salvaron la vida. A todos los enfermeros y las personas que lo cuidaron todo este tiempo y que son sus ángeles”, expresó la mujer. “Quiero que toda la Argentina sepa que este hospital es increíble. Quiero agradecerles infinitamente a todos”, añadió Valeria en diálogo con este diario. La cadena de ayuda se deslizó hasta espacios inesperados. “Las monjitas del hospital colaboraban con los pañales porque reciben donaciones del Pami”, contó Elba Quintana, una de las enfermeras de cabecera. Ahora la familia tendrá que acreditar la identidad del joven. Para los Cuevas y el personal médico no hay dudas de que “Wilson” es Fernando. Pasaportes y cédulas serían los documentos para constatar la información. El caso ahora está en manos de la Justicia que deberá determinar con exactitud si el hombre NN que fue encontrado inconsciente a la vera de la Ruta Nacional Nº 12, es Fernando. Los enfermeros, mientras tanto, atesoran en su sala principal la foto escolar de Fernando.  Enmarcada la colocaron sobre la pared y expresaron que “Wilson es prácticamente un amigo y familiar del corazón del personal del hospital”.   Fuente:www.ellitoral.com.ar

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