La Nación reconoció a los heridos de la represión del 99
Los 15 “Heridos”, víctimas de la represión y el gatillo fácil en los hechos del puente en 1999, fueron ayer reconocidos durante la visita presidencial. Hace tres días recibieron un llamado de la Secretaría General de la Presidencia, con la confirmación de la firma del “Acuerdo de Solución Amistosa”, entre el Ejecutivo nacional y las víctimas. El impacto no sólo recayó en los trabajadores del Estado, sino en los comerciantes, dueños de kioscos y almacenes que vivían del consumo de la población.
Pasaron 13 años del Correntinazo de diciembre de 1999. La expectativa fue inmensa, con la llegada de Cristina Fernández por parte de los 15 “Heridos”, víctimas de la represión y el gatillo fácil.
Fueron avisados que durante la visita presidencial habría un reconocimiento. Sería el inicio de la reparación histórica luego de la violencia ejercida por parte del Estado nacional, Fuerzas de Seguridad, Justicia y clase política en funciones en aquellos tiempos de lucha social, de un pueblo manso que optó por salir a la calle en contra de la corrupción. Después de ello, vino la indiferencia, el olvido. La impunidad.
Hace tres días recibieron un llamado de la Secretaría General de la Presidencia, con la confirmación de la firma del “Acuerdo de Solución Amistosa”, entre el Ejecutivo nacional y las víctimas.
El impacto no sólo recayó en los trabajadores del Estado, sino en los comerciantes, dueños de kioscos y almacenes que vivían del consumo de la población.
Ayer, pasadas las 15 llegan de a poco. Se miran, se reconocen. Hay una energía especial en la plazoleta Casco, punto de encuentro para partir en dos combis hacia Itatí.
Algunos ya no están. Tal es el caso de Mauro Ojeda y Francisco Escobar, los muertos del Puente General Belgrano, luego de que recibieran el impacto letal de proyectiles calibre 22, disparados desde ubicaciones estratégicas por parte de supuestos francotiradores de Gendarmería Nacional.
Otros murieron tiempo después, caso de Antonio “Tony” Alegre, reconocido militante de Barrios de Pie.
“El 10 de diciembre (de 1999) asumió Fernando de la Rúa, un par de días después ordena desalojar el puente”, cuenta Ariel Casco, quien recibe un impacto en una rodilla.
“Apuntaban a la zona torácica, abdominal, mentón y cara. Directamente a matar entre las 9 y 10 de la mañana del 17 de diciembre”, agrega Lucio Mauriño, afectado por una bala que tocó bazo, colon, vísceras, ‘chinchulín’”, agrega Mauriño para quitar dramatismo al problema que lo dejó casi un mes internado.
Fue comprobado que los orificios pertenecían a fusiles calibre 22, que tienen la particularidad de ingresar, pero generalmente no salen. Recorren las cavidades hasta producir el estallido interno, resumió Daro Esquivel, abogado de “Heridos” junto a su hermano Daniel.
Daniel Cerdán, otro de los afectados contó que aún posee un proyectil a dos centímetros de la médula. Los médicos no quisieron intervenirlo quirúrgicamente por temor a dejarlo paralítico o bien ocasionar la muerte. Hoy convive con ese peligro latente.
Al fin son invitados de privilegio en la Basílica de Itatí. Ingresamos por la quebrada donde cada año los peregrinos cumplen sus promesas a la Virgen.
Finalmente llega el momento tan esperado, Mauriño, Ignacio Cardoso, Ariel Casco y Talavera suben al atrio de Cristina, representantes simbólicos del grupo que espera en el palco, expectante, el anuncio.
“Prefiero que me tomen por blanda, a que me critiquen por derramar sangre de argentinos en suelo patrio”, dice Cristina, cuyo mensaje llega y de hecho lo sienten de cerca.
Han recibido la espalda todo estos años, reiterados llamados telefónicos y viajes a Buenos Aires, solicitando asistencia. Desocupados, heridos, indignados han recorrido oficinas del Gobierno provincial de las gestiones sucesivas. Ni qué hablar de la Justicia.
Ayer, la Mandataria junto a el secretario general, Oscar Parrilli, el secretario de Derechos Humanos, Hipólito Alen y la directora general de la Consejería Legal del Ministerio de Relaciones Exteriores, Susana Cerutti, firmaron el acuerdo con cuatro representantes simbólicos de la delegación que partió a Itatí
De esta manera se da respuesta a los 15 peticionantes que recurrieron a la Comisión Interamericana por la indiferencia del Estado nacional durante todos estos años. Con dicha Amnistía, inicia un proceso de reparación, juicio y condena a los culpables, en casa, y no ante la comunidad internacional.
Fuente: Diario época
