La impugnación rechazada ayer por el juez Juan Carlos Vallejos, no fue la última escaramuza bélica judicial de esta novela política.

TIROTEO JUDICIAL

La novela será larga. Tiene final abierto. Pero, los dos últimos capítulos desarrollados ayer, dan cuenta de que las diferencias son insalvables.

El magistrado con competencia electoral en la provincia -Juan Carlos Vallejos- fue el primero en esquivar la confrontación y se puso a salvo de las esquirlas rechazando una impugnación planteada por Patricia Gabriela Saravia. Sin embargo, en el mismo escrito de la Resolución del juez competente, consta la sintética respuesta del apoderado de la UCR -Alfredo Vallejos- al tomar vista de la impugnación expresando: “C) refiere también que no se ha agotado la instancia partidaria previa, careciendo de legitimación y que no ha mediado agravio alguno“.

Las alarmas comenzaron a dispararse en el cuartel de Gustavo Valdés. Con razón y algo de sentido común, surgía el interrogante ¿Y qué puede llegar a ocurrir si algún afiliado motoriza un planteo de impugnación ante el Comité Central de la UCR – Corrientes?

La respuesta fue un misil. A media tarde, cuando todavía nadie en el radicalismo podía hacer la digestión, el Comité Central presidido por Ricardo Colombi, decidió modificar la fecha de elecciones trasladándolas al 18 de mayo del año que viene.

Es decir, lo que natura non da Salamanca non presta y por ello, lo que un órgano partidario con atribuciones explícitas e implícitas determinadas en la Carta Orgánica, decida dentro de su competencia es válido, legítimo y legal.

ESCENARIO COMPLICADO

La vida íntima del radicalismo correntino está en boca de todos. Y seguro, sin pronunciar palabra, los jueces electorales deberán hablar a través de sus resoluciones. Hasta ayer esas decisiones las firmaba al pie Alfredo Vallejos. A partir de hoy, esa firma será de Gustavo Fresneda.

Más allá de las cuestiones judiciables, la crisis del radicalismo afecta al gobierno de ECo + Vamos Corrientes y potencialmente a la imagen de Gustavo Valdés. Casi todas sus pretensiones, internas y externas, concluyeron en indisimulados fracasos.

Comenzó el 2023 siendo el “lazarillo” de todos los precandidatos a presidente de Juntos por el Cambio. Y terminó repartiendo boletas de Bullrich y Larreta, quienes llevaron como compañeros de fórmula a Petri y Morales. ¿Valdés? Bien, gracias…

Se propuso ser presidente de la UCR nacional y salió de recorrida por el país acompañado por un operador de segunda línea importado de Córdoba al que tuvo que darle un cargo en Lotería. Su aspiración se estrelló contra la habilidad de Martín Lousteau.

Desde que asumió Milei, Valdés no logra sintonizar a su favor el voto de los legisladores correntinos de su alianza, en el Congreso de la Nación.

Y para colmo, el caso Loan Peña todavía vigente, lo obligó a repatriar al único diputado nacional -Alfredo Vallejos- que levantaría la mano según sus órdenes.

El gobernador sufre su deterioro político y percibe que la gestión no son sólo selfies y discursos.

DAÑOS COLATERALES

En politicaencorrientes.com no se utiliza el diario del lunes para contar la realidad de la política correntina. Por eso, en abril ya se explicaba en este medio…

Dentro del radicalismo la sensación de quiebre ya no es tal. Ahora, la ruptura está confirmada. Gustavo Valdés va por todo. Ricardo Colombi, también.

Mientras tanto miles de afiliados se preguntan ¿no se dan cuenta que se pone en riesgo la tutoría radical que ya cumplió la mayoría de edad como cabeza de gobierno?

Ante esa duda existencial también se posicionan los aliados. Si hasta ayer había incertidumbre, ahora afloran el recelo, la vacilación y el pánico.

Los líderes de los más de los partidos que integran ECO, deberán interpretar sin chance de una segunda opción ¿con quién hablar; con quién acordar; cómo confiar?

No es menor el debate interno y externo. La mayoría de los aliados no toman decisiones propias. Nadie sabe que es más conveniente: si sacar el pié del plato o ser lo único comestible que quedó dentro de él.

Fue el 30 de abril cuando se publicó “Daños colaterales de la interna radical” y ese análisis esta más vigente que nunca.

A la vista no hay pronóstico de un cese el fuego. Aunque la guerra declarada transite inevitable por algún despacho judicial, lo que vale por sus implicancias y consecuencias son las decisiones políticas.

Habrá que esperar para ver el final. Y como ya se dijo en politicaencorrientes.com:

“La novela del radicalismo correntino tiene una trama atrapante. De ahora en más será fundamental no perderse ningún capítulo. Cada protagonista tiene su argumento aprendido de memoria.

Pero el final. El epílogo, señoras y señores, podrá ser un acta de capitulación firmada a las apuradas. O, el parte de guerra con el correspondiente informe de bajas y heridos…

Claro, si y solo si, queda algún sobreviviente para redactarlo.”

Fuente: politicaencorrientes.com