El director del Hospital de Campaña resaltó que el per­sonal hace un gran trabajo para enfrentar la nueva etapa que se viene con la posibi­lidad de una tercera ola y la variante Delta. Acompaña el equipo de salud mental. “Mu­chas veces no pen­samos y trabajamos automatizados, sabe­mos que tenemos que generar nuevas estra­tegias para enfrentar lo que viene. Es como estar en una guerra, aunque en realidad no tomo dimensión de cómo puede ser una guerra, pero creo que es lo que estamos viviendo a diario”. Desde hace un año y medio, el equipo vive metido en el trabajo. A modo de ejemplo, pueden hablar de de­portes, pero no saben qué pasó en los Juegos Olímpicos. “No los vimos”, dijo. 

Con 89 muertes, una de las cifras más bajas de los últimos meses, el país sumó ayer 107.302 fallecidos por la pandemia de covid-19. Una cifra que duele porque para miles de familias esos números tienen rostro, sue­ños que se perdieron, vidas truncadas. Esas muertes son las contabilizadas, de los que perecieron con un diagnóstico positivo de la enfermedad; pero la otra pandemia, de la que aún no se habla, es la producida por las muertes poscovid. Una cifra incierta que refleja una pandemia no registrada. Al menos es como lo describe el coordinador del Servicio de Infectología y Control de Infecciones del Hospital de Campaña, Fernando Achi­nelli, en el marco del ciclo “Entre Nos” de NORTE de Corrientes. 

El Ministerio de Salud de la Nación realizó un estudio sobre exceso de mortalidad en el año 2020 en referencia al 2019, con el fin de cuanti­ficar el impacto directo e in­directo de la pandemia de la covid-19 en el país. El resul­tado es de un 33,5% más de muertes que el año anterior.

“Las secuelas que deja el covid son muy graves”, dijo e hizo referencia a la joven de 16 años que falleció en Corrientes, producto de esta realidad. “Muchas veces no hablamos de esto, pero las secuelas que deja la enfer­medad en muchas personas los lleva a la muerte. Es otra pandemia y tenemos que hacer foco en ella. Es una pandemia con números que muchas veces no reflejan los datos oficiales y quizás, cuando hagamos estadísti­cas, nos vamos a dar cuenta del impacto real de esta pan­demia que seguramente va a ser muy alto”, dijo el profe­sional de la salud que tuvo que enfrentar no sólo al vi­rus estando hospitalizado, sino que perdió a familiares y amigos muy cercanos.

Desde su punto de vista, es un deber de la sociedad ver esos números. “Cuando inició esta historia escu­chaba a Pilar Sordo y ella decía: ‘Esta pandemia se va a llevar a gran parte de una generación’ en el mundo, y es así, es lo que los epi­demiólogos llaman exceso de muerte. Personas que mueren por las secuelas del covid o aquellas que no pu­dieron ser atendidas por sus patologías debido a la gran demanda que genera la pan­demia en el sector médico”. 

Entre las muchas secue­las que deja la enfermedad está la emocional. “En lo personal lo viví estando in­ternado en el hospital; uno vive la vulnerabilidad de la enfermedad porque es consciente de que tus próxi­mas horas pueden ser estar conectado a un respirador y eso al ser humano lo vuelve muy vulnerable y te lleva a revisar un montón de cosas de la vida”.

Una visión que para mu­chos es extraña. Quizás por desconocimiento o can­sancio, pero para el equi­po médico del Hospital de Campaña, que si bien con­tinúa con su vida diaria, no tuvo como el resto de los mortales la oportunidad por ejemplo, de disfrutar de los Juegos Olímpicos, ya que la pandemia no terminó. Todo lo contrario. La fotografía que muestran los países que están luchando contra la va­riante Delta los alerta y los preocupa. “Preocupa con qué fuerza viene a jackear todo lo que habían conse­guido en este tiempo estos países, en los que ya no ha­bía restricciones y hoy tu­vieron que dar marcha atrás. Estamos muy preocupados y alertas en ese sentido”.

Es tan diferente esta va­riante a todo lo conocido hasta el momento de la co­vid-19, que lo que hasta hace unos meses era necesario para generar inmunidad comunitaria -70 por ciento de la población vacunada-, hoy se elevó a entre el 80 y 85 por ciento y con las dos dosis. La variante Delta es muy transmisible, un 50% más que la variante del Rei­no Unido. “Necesitamos mucha inmunidad y eso se logra con las vacunas y para ello es necesario que la co­munidad acompañe y siga la tradición de vacunas que tiene el país. Esto es impor­tante porque en Es­tados Unidos el 90% de las personas que están internadas son las no vacunadas o las que tienen una sola dosis. Por eso es la necesidad de que la población acceda a las dos dosis de vacunas contra el covid para enfrentar a la va­riante Delta”, dijo.

Con respecto a la realidad en Corrientes, Achinelli dijo que hoy la mayoría de los hospitalizados en el Hospi­tal de Campaña son perso­nas jóvenes y esto tiene que ver con la vacunación que realizó la Provincia en la población adulta. “Eso hace que el virus vaya buscando otros grupos etarios. La co­munidad joven por razones de sociabilización y laboral son el blanco de internación por covid-19; lo vemos a dia­rio en el Hospital; muchos de ellos sin comorbilidad. Y acá tenemos que men­cionar otro detalle, que es el alto número de personas en terapia intensiva y tiene que ver con el hecho de que las personas jóvenes luchan mucho más y se extiende su estadía en la terapia intensi­va. Hoy tenemos más de 57 pacientes y entre el 50 y 40 por ciento de ellos son me­nores de 50 años”.

“Como médico -dijo Achi­nelli-, toda vida es impor­tante pero moviliza mucho estar frente a pacientes jó­venes, adolescentes, porque pueden ser tus sobrinos, tus hijos y eso impacta. Esta niña de 16 años, se hizo todo por ella, logró salir del Hos­pital de Campaña pero no logró sobrevivir a las secue­las. Esas situaciones hacen que redoblemos nuestra vo­cación de servicio, cada uno desde su lugar. El equipo del salud de este hospital es una gran comunidad porque es­tamos desde el primer mo­mento y somos todos profe­sionales de distintos hospi­tales de la capital correntina y hoy también de varias lo­calidades del interior de la provincia”. 

El profesional dijo a los correntinos que tienen que tener en cuenta que la pan­demia no terminó. “Creo que en los próximos meses y durante el año que viene vamos a vivir momentos de calma y momentos de bro­tes, por lo que es importante adherirse a la vacuna. Esta es una acción humanitaria, porque donde terminan mis derechos empiezan los del otro”.

Fuente:www.nortecorrientes.com