Los testimonios de tres víctimas que comparecieron ayer ante el Tribunal Oral Penal de Santo Tomé complicaron la situación del exjuez Walter León Turraca Schou. Los testigos que hoy son mayores de edad, relataron que eran chicos en situación de vulnerabilidad y el acusado les pagaba con dinero los favores sexuales.

El testimonio de Fernández de 29 años fue el más contundente. Recordó que tenía 15 años cuando entre el 2006 y 2008 mantenía relaciones sexuales con el exjuez en lo Civil, Comercial, Laboral, de Menores y Familia de la localidad correntina de Ituzaingó.

Confirmó que la primera relación homosexual que tuvo en su vida fue con el acusado y precisó que fue abusado más de 60 veces. A cambio el imputado le daba dinero y le prometía “limpiarle” las causas que tenía en su poder, ya que el menor tenía conflictos con la ley.

Durante más de dos horas dio detalles de la metodología que empleaba Turraca Schou para poder encontrarse con él y someterlo. Hasta se animó a brindar rasgos físicos particulares del acusado como ser que tenía verrugas en los glúteos.

Por teleconferencia también declaró la hermana de la víctima, que reside en la ciudad de Apóstoles, provincia de Misiones. La mujer recordó el momento en que su hermano se quebró emocionalmente un día en su casa y le confesó a su madre todo lo que hacía con el acusado.

También declararon dos víctimas más. Dijeron que llegaron a encontrarse con el exjuez, porque sabían que pagaba con dinero por los favores sexuales, incluso uno de ellos llevó también a su hermano, pero que este se negó cuando el acusado quiso someterlo.

Cabe recordar que las distintas denuncias fueron hechas por los encargados de la iglesia evangélica Filadelfia, ubicada sobre las calles Libertador y Entre Ríos de la zona céntrica de Ituzaingó. Dos pastores de dicha congregación tomaron conocimiento de los episodios, ya que las víctimas asistían al Centro de Ayuda de la Familia de dicha iglesia. 

El martes cuando se reanude el debate comparecerá la licenciada María Valoy Juárez, directora de la ONG “Centro de Ayuda a las Familias” de la iglesia Filadelfia de la localidad de Ituzaingó, Corrientes.

El centro que lidera Valoy (que también es pastora en esa iglesia) fue clave para desentrañar el caso, puesto que personalmente tomó contacto con las víctimas a instancias de sus madres que buscaban ayuda y posteriormente hizo la denuncia que disparó la investigación.

“Empezamos a trabajar con mi esposo en la iglesia Filadelfia de Ituzaingó en el año 2011. A partir de la labor social de la iglesia tomamos contacto con muchas madres que se acercaban a pedir ayuda por problemas con sus hijos jóvenes. Son chicos con problemas con la ley, o de conducta que, cuando empezamos a ahondar el trabajo de conserjería y acompañamiento a las familias nos acercamos a ellos y salieron a la luz todos los abusos que habían sufrido hace varios años atrás. Nosotros tomamos conocimiento entre 2011 y 2012, pero los hechos habían ocurrido hace 8 años atrás, cuando los chicos eran muy pequeños, algunos tenían 10, 11, 12, 13 años”, relató la líder religiosa.

Fuente:www.ellitoral.com.ar