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EL TIEMPO EN LA CRUZ

25 de septiembre de 2012

Por las wiskerías, Pelloni mete presión al Concejo Deliberante

La religiosa celebró la “decisión política” de avanzar con el cierre de los locales que fomentan la explotación sexual de la mujer. No obstante, advirtió que “no es suficiente” y dijo que los controles tendrán que ser rigurosos.

 

La hermana Martha Pelloni dijo ayer que el cierre de los prostíbulos no es la única solución para erradicar la explotación sexual, pero se manifestó satisfecha por el avance de un proyecto de ordenanza que el jueves podría poner fin a las denominadas wiskerías en la ciudad de Corrientes. 
En diálogo con La República, la religiosa pidió a los concejales de la Capital que den el último paso en la sesión del jueves próximo, donde se prevé que se aprobará, por unanimidad, el proyecto que establece el cierre de esos locales donde se ejerce la prostitución en forma “encubierta”, bajo el nombre de wiskerías. 
“Está muy bien que se cierren, es un paso importante y valoramos que haya una decisión política en ese sentido”, remarcó Pelloni, aunque opinó que la clausura de las wiskerías no es suficiente “porque al poco tiempo vuelven a abrirse”. En ese sentido, sostuvo que los controles municipales son determinantes para hacer cumplir las normas vigentes en la ciudad. 
Para Pelloni, tal como lo promueve también el movimiento Barrios Unidos, las mujeres que sean rescatadas de los locales clausurados a futuro, deben ser contenidas por el Municipio y reubicadas en “trabajos dignos”. 
Sin embargo, la religiosa dijo que, en materia de explotación sexual de la mujer, su organización tiene objetivos más profundos y concretos, como la erradicación de la prostitución de todos los ámbitos sociales. 
“La prostitución debería estar penalizada, no debería existir más”, señaló. No obstante, insistió en que la iniciativa de clausurar locales nocturnos en Capital, es un paso decisivo para avanzar luego hacia los propósitos y problemáticas de fondo. 
Pelloni explicó a este diario que no está a favor del sistema prohibicionista, en el que todos los aspectos de la prostitución son prohibidos o criminalizados, y tampoco respalda el sistema reglamentarista, en el cual la prohibición es legalizada o reglamentada por el Estado a través de distintas formas de registro y otras formas de control estatal, con el interés del orden público, la salud pública y la generación de tributos o impuestos. 
“Somos abolicionistas”, aseveró, para aclarar que, en el marco de su lucha, no intentan culpar a las mujeres por la prostitución en general y las enfermedades venéreas en particular. 
Según esta perspectiva, la prostituta no debe ser penalizada en su condición de víctima, pero todos los otros aspectos de la prostitución son considerados actividades criminales. La prostituta generalmente es considerada una víctima femenina en lugar de alguien que trabaja de su propia voluntad. 
Para la hermana, en el contexto de la discusión ideológica, a los concejales de la ciudad les falta información y sería oportuno que se interioricen más sobre el particular, pero en principio, está de acuerdo con que se apruebe el cierre inmediato de los locales nocturnos en la Capital.
El Movimiento Barrios Unidos indicó que en la ciudad habría alrededor de 10 casas de explotación sexual.

Fuente: www.diariolarepublica.com.ar



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