El Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraj), presentó ayer una dura misiva en la mesa de entradas del Superior Tribunal de Justicia (STJ) en la que pide al titular del cuerpo, Guillermo Semhan, una inmediata definición de los pedido realizados semanas atrás respecto a la recomposición salarial. Entienden, desde el Sitraj, que el salario de los judiciales perdió el poder adquisitivo de manera significativa, con las recientes devaluaciones y la inflación, y no hubo una respuesta contundente desde el STJ. Ahora el presidente deberá responder a los trabajadores, que de manera recurrente acuden a la ex casa Nalda (sede del STJ), en busca de respuestas. El silencio de Semhan preocupa a los dirigentes del Sitraj, que ni siquiera asoma por la ventana para ver la realidad de los empleados del Poder que comanda. Y es que el doctor Semhan espera la respuesta del gobierno para poder cerrar el presupuesto de este año, y reclama (cada tanto) por el expediente presentado días atrás por el Sitraj. Los llamados a Hacienda son constantes, aunque recibe siempre la misma respuesta: el pedido se encuentra en estudio de los funcionarios. Nuevamente surge con esta situación la conducción de autarquía de uno de los poderes del Estado, plasmada en una ley que el propio STJ no se anima a ejecutar para poder sortear los avatares financieros. Con ese comportamiento, el Superior Tribunal de Justicia se comporta como un ente autárquico del Ejecutivo, y no como uno de las tres patas del Estado, de relevancia significativa por ser el encargado de suministrar e impartir justicia. Lejos de entender esta cuestión, el titular del Superior Tribunal de Justicia se escuda en la situación de precariedad financiera, y mantiene el statu quo dispuesto desde 2001 cuando Ricardo Colombi llegó al poder con un manejo absoluto de los recursos, sin importar el Poder. Así, lejos de la división de poderes que establece la constitución, el Superior Tribunal de Justicia se comporta (financieramente) como cualquier juzgado administrativo municipal de dependencia absoluta con el Tesoro provincial. Y ese comportamiento se traduce, además, puertas adentro del que los trabajadores también dieron cuenta de maniobras y comportamientos que los perjudican. s