5 de agosto de 2016
Le mataron a un hijo y exige que se haga justicia
En los Tribunales de la localidad bonaerense de San Martín, Karen verá la cara del asesino de Matías por primera vez. La víctima, de 19 años, fue ultimada en 2014 por un sujeto que lo apuñaló seis veces para quitarle el celular.
Por Luciano Bugner
[email protected]
Hoy no es una fecha más para la familia Gandolfo. Hace dos años, en la noche de un lunes, Matías (19) era asesinado en Villa Bosch. Su vida se fue en seis puñaladas. El motivo fue el robo de su celular. Es por eso que, a partir de las 9, en los Tribunales de San Martín comenzará el juicio oral contra el único detenido. “Va a ser la primera vez que vea la cara del asesino de mi hijo”, le dijo a Crónica Karina Massa, madre de la víctima.
En el banquillo de los Tribunales va a estar sentado Axel Martínez, de 23 años. Él fue quien terminó con la vida de Matías el 4 de agosto de 2014. “Nosotros pedimos cadena perpetua. Fue quien mató a mi hijo. No puede estar en la calle porque no está apto para vivir en sociedad”, describió Karina, quien tiene un pedido: “Espero que decidan y acompañen el buen trabajo del fiscal”.
Las fuerzas que mantienen en pie a Karina tienen nombres: Iván, de 17 años, y Rocío, quien el domingo cumplirá 15. “Ellos, al igual que lo hace Mati, son mis pilares”, aseguró la mujer. “No paré nunca mi lucha. Por eso, yo quiero que todo esto termine con una justicia que nos escuche, aunque nuestro hijo no va a estar más”, señaló.
El momento trágico
Ese lunes era un día más en la vida del adolescente. Se levantó temprano, agarró su bicicleta y pedaleó unas quince cuadras hasta Pablo Podestá, donde atendía un negocio de sanitarios de una familia amiga. Atrás había dejado los seis meses que estudió para técnico radiólogo en la Universidad Nacional de San Martín. Ese mediodía regresó a su casa a comer, como siempre. Charló veinte minutos con su mamá y retornó al trabajo. “A la tarde siempre volvía para merendar juntos”, detalló Karina. Y así fue. Después de esa merienda se distendió frente a la computadora y, cuando caía el sol, salió para el gimnasio, nuevamente con su bici.
Hoy pasaron dos años de eso. Para Massa fue ayer. “Antes de irse al gimnasio, se puso sus auriculares blancos y me dijo que, junto a Gustavo, un amigo, iban a empezar unas clases. Le dije que se cuide. Y no volvió”. Pasadas las 22.30 la silla vacía indicaba algo. La mujer llamó a Gustavo. “Se quedó un segundo en silencio y me dijo que ya se había separado de Mati. Con mi marido pensamos que se le había pinchado la goma de la bici, por eso salimos a buscarlo. Pero a las seis cuadras lo vimos tirado sobre el piso. Todavía su cuerpo estaba caliente. Lo habían matado hacía pocos minutos”, disparó Karina.
En horas de esta mañana, cuando empiece el juicio oral y público, el médico forense informará en detalle el motivo de la muerte. Los estudios realizados al cuerpo arrojaron que tiene, al menos, seis puñaladas y que la fatal fue aquella que le rozó la aorta. “Mi hijo es un muerto por negligencia y corrupción”, aclara la mujer, quien a pesar de todo está de pie y sigue luchando como toda madraza: “Me costó entender que delante de mis hijos no tengo que llorar. Lo hago sola, encerrada en mi habitación”, dice.