22 de julio de 2016
Mujica: “Nadie que llegue al Gobierno se tiene que considerar el rey definitivo”
El ex presidente de Uruguay pasó por Corrientes para participar de la Feria Provincial del Libro. Habló de los gobiernos populistas, economía y política. “A los que quisieron repartir riquezas siempre los van a tratar de populistas. No son populistas, son macanudos”, dijo en una conferencia de prensa.
El ex presidente de Uruguay, José Pepe Mujica, disertó ayer en la Feria Provincial del Libro pero antes realizó una conferencia de prensa en la que aseguró que “nadie que llegue al Gobierno se tiene que considerar el rey definitivo de la historia”. Analizó además el papel de Corrientes en la integración regional y el fracaso del Mercosur (ver más página 15 y 16).
Consultado sobre los gobiernos populistas, el ex mandatario uruguayo dijo: “Los gobiernos pasan, los pueblos quedan. La historia tiene compás y péndulo, va y viene. Hay tiempos más conservadores y tiempos más distribuidores. Pero nadie que llegue al Gobierno se tiene que considerar el rey definitivo de la historia. Logramos algunas conquistas, algunas mejoras y muchas otras no las logramos y detrás nuestro vienen otros. Y así sucesivamente”.
“A los que quisieron repartir riquezas siempre los van a tratar de populistas. No son populistas, son macanudos. Son gente que quieren ayudar a los débiles. Me parece. No son tan macanudos si dan 10 y se llevan 20 para ellos. Eso ya es otra cosa. Me parece que la lucha por distribuir la riqueza es fundamental en una sociedad. La peor enfermedad contemporánea de la economía es la desigualdad. Mucho más grave que la pobreza. La economía se detiene por la enorme distancia en materia de igualdad que existe. Pienso que esta hora va a pasar, vendrá otra hora. Hemos tenido dictaduras en toda Latinoamérica”, agregó.
Sobre lo que se viene, Mujica fue claro: “Hay que apuntalar el progreso humano. Todos los luchadores sociales en la historia lucharon por cosas que parecieron en su momento imposibles o fantasiosas. ¿Qué creen que la jubilación cayó como derecho del cielo? Se conquistó. Hubo gente que fue martirizada por la ley de 8 horas. ¿A algún gobierno de derecha o de izquierda se le ocurre negar la ley de 8 horas? Eso quedó incrustado en el progreso de la humanidad. La esclavitud se llegó a defender como una cosa sacrosanta. Estaba en el derecho. A San Martín y Artigas si los llegaba a agarrar el Derecho Español, los ejecuta por traidores y para nosotros son héroes, porque las revoluciones ganaron. Es decir, lo que cuenta es si las cosas le sirven o no a la agente”.
“Por eso, como nunca me consideré triunfador sino apenas avancé un cachito tampoco me puedo sentir derrotado. No pertenezco a los derrotados porque tampoco pertenezco a los triunfadores: pertenezco a los luchadores, que es distinto. Y si tuviera que vivir dos veces seguiría luchando hasta el último aliento, porque es mi forma de vivir. Es la lucha por mi libertad, por lo que me hace feliz”, filosofó.
“Tal vez hay gente en el mundo que se siente feliz luchando por hacer plata, la respeto. Yo pertenezco como muchos otros a los que luchan por la solidaridad, por la gente. Y me siento feliz cuando la gente puede mejorar un poco, a veces sin darse cuenta”.
Sobre la política dijo que “es una necesidad del hombre, porque vive en sociedad”.
“Precisamos sociedad y civilización para vivir. Alguien tiene que administrar las contradicciones de la sociedad y ese es papel de la política. El hombre es un animal político. Y cuando decimos no me interesa la política, esa es una forma de hacer política a favor del status quo. Es como remachar las cadenas: no me interesa que permanezcamos iguales”, explicó.
“La política es colectiva porque es social, porque nos tenemos que agrupar con todos los que piensan más o menos parecido. Porque sólos somos como una hoja al viento. Los cambios en una sociedad requieren seres colectivos, a los que se llamarán partidos, corporaciones, sociedad, como quieran”, agregó.
“Que estas cosas tienen defecto, claro. Por eso necesitábamos lo colectivo para multiplicar nuestras fuerzas y para corregir entre varios las deformaciones que tenemos. Sobre todo para transmitir a las generaciones que vienen alguna de las cosas que nos motivan. Se lo podrá llamar partido, pero son seres colectivos. Además nuestra vida es corta y la transformación en una sociedad es de mediano y largo plazo, se necesita que cuando por la biología los brazos ya no puedan levantar las banderas, haya nuevos brazos. Los seres humanos necesitamos símbolos, mística, ejemplo, compromiso. Pero para esto hay que creer”, insistió.
“Una de las enfermedades contemporáneas más graves es que frecuentemente se estafa, hay conductas hipócritas y entonces la gente reniega de la política, reniega de las salidas colectivas y esto es lo peor que le puede pasar a una sociedad porque cuando renegamos de lo colectivo no nos queda otra que ‘hacé la tuya’ y si cada cual va a hacer la suya somos una fiera, nos movemos entre fieras. Destrozamos lo mejor que tenemos que es la solidaridad”, concluyó.