El viernes fue un día de furia en el Centro de Jubilados de Corrientes, ya que la ahora expresidenta, María de las Mercedes Solís de Zambrano, no acepta que la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas haya puesto una Comisión Normalizadora, ante las irregularidades que se produjeron en el último congreso de la institución.
Por ello, el viernes volvieron a vivirse situaciones de tensión en el lugar, donde la fuerza pública debió pedirle a la exautoridad del Centro que se retirara si no quería ser esposada y trasladada a la comisaría 1ª por alterar el orden público.
Solís de Zambrano buscó por todos los medios resistir su suspensión como presidenta, a tal punto que se atrincheró en la tesorería y, al ordenar cerrar la puerta, su contadora, de un portazo lesionó en el rostro al secretario Arturo Matta, designado para acompañar a Elsa Ferreira, quien se encontraba en el lugar monitoreando el trabajo que se llevaba adelante.
Al conocerse que Zambrano buscaba llevarse documentación y mantenía en su poder llaves de algunas oficinas, la actual encargada del Centro de Jubilados, Ferreira, se hizo presente en la comisaría 1ª para denunciar la usurpación de la oficinas del Centro por parte de Zambrano, fundamentando que buscaba entorpecer el trabajo para el cual fue designada la comisión.
El subsecretario de Gobierno, Luis Bravo, se hizo presente en el lugar, ante la situación de tensión que se vivía en la entidad, para garantizar que el trabajo de la Policía de Corrientes se cumpla y además intentar poner paños fríos a la situación.
“Estuve en el lugar por instrucción del ministro de Seguridad, Horacio Ortega. Busqué explicarle a la señora Zambrano que no tenía nada que hacer en el lugar porque ya había sido notificada respecto de la decisión de Inspección de Personas Jurídicas. Que la Comisión Normalizadora estaba trabajando y que su actitud entorpecía esa labor. Por lo que se le solicitó que se retire, ya que había orden del fiscal de turno. Obviamente, antes habían sucedido algunos hechos que alteraron el orden público”, contó Luis Bravo al ser consultado por La República.
Asimismo se habría ordenado la prohibición de ingreso a la expresidenta, debido a las situaciones que se vivieron desde el miércoles de la semana pasada cuando se puso en funciones a la Comisión Normalizadora.
El problema por el cual se suscitó esta situación está en relación con el proceso electoral que se había dispuesto para el recambio de autoridades, el cual tuvo irregularidades y quedó viciado de nulidad, debido a que pasaron por alto aspectos fundamentales y no se garantizaba la participación de todos los afiliados.
Quienes hicieron la presentación ante Inspección fueron los integrantes de la lista “Justo por un Cambio”, por considerarse proscriptos por la expresidenta que puso a sus delfines en la junta electoral.
Justamente, el líder de este espacio, Justo Franco, había hecho graves denuncias respecto del manejo que llevaba adelante Solís de Zambrano en el Centro, que sería parte de un negocio familiar. Primero usándolo para conseguir clientes para su estudio jurídico, y luego alquilándoles a sus familiares las instalaciones del camping que tiene el organismo en el Perichón, para realizar la explotación del lugar cobrándoles un canon irrisorio.