DEPORTES
28 de marzo de 2016
Boca Unidos se mostró contundente y abrochó otra victoria con Montero
Después de un primer tiempo en el que no tuvo presencia firme en ataque y en el que su rival encontró un resquicio para ponerse en ventaja, reaccionó en el segundo tiempo el equipo “aurirrojo” y lo dio vuelta con goles de Cángele, Hoyos y Bravo.
A no confundirse. Lo exhibido ayer por Boca Unidos no alcanzó para definirlo como una gran actuación porque estaríamos disfrazando la realidad. Sí, el equipo tuvo carácter y cambio de actitud para dar vuelta el marcador, logrando el segundo triunfo bajo la conducción técnica de Paolo Montero.
Fue 3 a 1 sobre Villa Dálmine, en un partido correspondiente a la 9ª fecha del torneo de la Primera B Nacional, que lo mostró a un equipo correntino sin “chispa”, sin la energía y decisión para ir al ataque, en la parte inicial (perdía 1-0). Se sobrepuso en el segundo tiempo, se paró decididamente en campo rival, igualó a los pocos minutos con un lindo gol de Franco Cángele (pared con Achucarro y toque bajo a un rincón), diez más tarde Michael Hoyos con impecable frentazo de pique y luego Juan Bravo cabeceando un tiro de esquina de Cángele anotaron los goles, con los que consiguió la segunda victoria en serie tras la asunción del nuevo entrenador.
Boca Unidos otra vez sumó de a tres y con un partido más quedó a cuatro puntos del líder Talleres de Córdoba y de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. La próxima parada será en Pergamino, donde este sábado visitará a Douglas Haig en un encuentro de la 10ª fecha.
Lo más positivo, además de los puntos en juego, fue la contundencia que mostró en el período final, porque en el primero lo suyo no tuvo consistencia, le faltó creatividad y mayor decisión para salir a proponer el juego lejos de su arco. Por eso no generó casi situaciones de gol, sólo un tiro libre de Cángele que se perdió apenas ancho inquietó y para colmo, en una de las pocas llegadas con peligro real, Villa Dálmine se puso en ventaja.
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El reloj indicaba sólo 20’ cuando Renso Pérez filtró un pase entre Baroni y Olivera por donde tomó la pelota Fydriszewski y cuando Marcelo Ojeda intentó el achique cruzó el remate bajo anotando el gol. En desventaja tampoco Boca Unidos encontró lucidez en su juego y “rebotaban” sus intenciones en una defensa entonces expeditiva. Sus chances fueron un desborde de Cángele por la derecha que siguió con un centro al área que Hoyos definió apenas desviado y enseguida Bravo cabeceó apenas alto. Pero, atención, que antes una veloz escapada de Angel Luna finalizó con fuerte remate en la parte exterior de la red y sobre el epílogo Ojeda se exigió sacando con la mano izquierda un impecable tiro libre de Luciano Recalde con destino de red.
Varió sustancialmente la situación en el segundo tiempo. Boca Unidos salió con mayor determinación a buscar el arco rival, Cángele fue el abanderado y a partir de su habilidad fue abriendo el camino. Iban 5’ cuando el ex Boca Juniors tiró una pared con Achucarro (entró en lugar de Valsangiacomo), llegó la devolución y tras acomodarse tocó bajo a un rincón.
El gol del empate provocó el desahogo. Empezaba otro partido porque Boca Unidos se situó en cambio de Dálmine, entraron más en juego Hoyos y sobre todo Herrera, apuntalaron bien Sánchez Paredes y Escobar y entonces el juego se fue inclinando hacia terreno visitante. Tanto que a los 15’ el local se puso en ventaja. La inició Cángele abriendo hacia la izquierda para la proyección de Herrera, el centro a la carrera frenteó muy bien hacia abajo Michael Hoyos y la pelota entró junto a la base del poste derecho.
Allí se desató la euforia. Es que en sólo quince minutos Boca Unidos lo dio vuelta poniendo más intensidad a su juego y también un buen manejo o tenencia de la pelota. Perdió consistencia Villa Dálmine que solamente ensayó esporádicas réplicas, en una Marcelo Ojeda tapó con el cuerpo un remate de Cérica. Hasta que a los 25’ un perfecto tiro de esquina de Cángele cabeceó elevándose Juan Bravo y el balón entró junto al poste derecho.
Fue el tercero de Boca Unidos, que supo sobreponerse a un mal comienzo, hizo tres goles y estuvo cerca del cuarto con un remate bajo del ingresado Diego Galeano, tras recibir de taquito de Cángele. No fue necesario, el equipo “aurirrojo” dejó su sello del gol y con ello fue suficiente para festejar de nuevo, fortalecido para lo que vendrá y que espera afrontarlo con posibilidades de alcanzar nuevos éxitos. Entró en el buen camino y ello puede llevarlo a un destino feliz.
Fuente:diarioepoca.com