GUSTAVO LESCANO
[email protected]

Daniel Scioli ganó en la provincia de Corrientes pero la sonrisa del FPV fue a medias. El triunfo se logró con números similares a las Paso aunque con un leve achique de “Cambiemos”, la alianza nacional de Mauricio Macri que es motorizada en lo local por el frente gobernante ECO. La boleta verde, sin embargo, se consolidó en Capital y eso fue en realidad uno de los principales motivos del festejo de anoche: la posibilidad de recuperar el principal distrito dentro de dos años.
Entre el “perdimos pero ganamos” también apareció el “salimos primeros: ganamos”. Con ese juego de ambigüedades cada uno de los frentes buscó un motivo para festejar. Se puede decir que el Frente para la Victoria habría alcanzado su techo pero Encuentro por Corrientes (ECO) se entusiasma con dar pelea doméstica en el 2017 y revertir los números reagrupando a sus socios. Y sobre todo si aparece un plus local con lo que pueda pasar en el balotaje nacional y la sorpresa macrista.
La tercera fuerza en disputa, UNA, que llevaba a Sergio Massa como candidato, apenas logró un 15% en la provincia, que no está mal pero al final quedó muy lejos del 49% de Scioli y los 32% de Macri en estas tierras. Es decir, lo que consiguió UNA representa casi la diferencia que el FPV le sacó a “Cambiemos” en Corrientes.
Lo concreto es que este escenario correntino fue muy distinto a los totales nacionales, con el empate técnico en el 42% de Scioli y Macri y el 21% de Massa. 

Iguales pero distintos
Las elecciones presidenciales fueron otra cosa en Corrientes y ratifica esa máxima política del paso a paso para una carrera de largo aliento. Sobre todo con la seguidilla de comicios que afrontamos este año y también de las cada vez más edulcoradas campañas electorales, repetitivas hasta el hartazgo. Pero no siempre 2 + 2 son 4, pese a que todo parecía (y parece) una sola cosa con el “cambio sin cambio” que uniformó este último camino a las urnas.
El mapa que ahora se traza de cara al balotaje de noviembre muestra otro camino de incógnitas. Es un round más. ¿Cómo se alinearán a nivel nacional las tres principales fuerzas? ¿Cómo se definirán los caminos en una polarizada Corrientes? Desde hoy comenzarán a perfilarse las respuestas. 
De todas maneras, y no es un dato menor, el escenario doméstico siempre tiene características puntuales que no se alterarán. Hay divisiones disimuladas, hay amuchamiento que incomodan pero se mantiene a toda costa, hay mucho disimulo para repartir, hay siempre un motivo para sostener que el fin justifica los medios.
Caudal de voto
El turno presidencial suele ser distinto en el distrito correntino, comandado por la UCR como eje de la alianza gobernante ECO. La relación tirante con quien timonea la Nación se volvió una costumbre por esa estratégica política bipolar casi interminable y ya poco soportable.
Es en este esquema que ECO puso sus alfiles sobre el arco opositor nacional, y eso divide pero agrupa. Más contradicciones políticas.
Pero en términos netamente electorales, puede decirse que se pasó del 68% de los votos correntinos para Cristina Kirchner en 2011 y el 50% de los sufragios que el FPV de Scioli alcanzó en las Paso de agosto 2015, a un margen estático en la provincia. En otros distritos las cosas fueron distintas como el de Capital en donde, además, la tijera actuó notoriamente si se tiene en cuenta las diferentes categorías, en especial de legisladores nacionales.
Hace cuatro años Corrientes se posicionó como la quinta provincia del país con más votos para el triunfo de Cristina (un 68%), superando incluso a Chaco y Misiones, dos ultra K de la región NEA. En las Paso 2015 el Frente para la Victoria volvió a mostrar su potencial, esta vez impulsando la candidatura en soledad de Scioli. La boleta azul había aventajado a las verde de ECO por 20 puntos.
Por si fuera poco fue el frente que más votos obtuvo en los municipios correntinos con más electores y por varios puntos de ventaja.
Ese caudal que hizo la diferencia mermó un poco. ECO salió a jugar otro round con esa cuota de pragmatismo, por decirlo de alguna manera, que se extendió a la UCR nacional al acompañar en las presidenciales a un postulante del PRO y no tener candidato propio por primera vez desde hace muchos años.
Este triunfo del FPV en Corrientes generó sonrisas por el reparto de bancas, pero no fue lo mismo que en las Paso, más allá de alguna paliza municipal que tal vez ya parecía previsible por ser bastiones del PJ.

Signos
Lo cierto es que los números mandan y ahora el balotaje aparece en primer plano. Puede ser otro round distinto. Tal vez por eso y por una extraña coincidencia, Ricardo Colombi y compañía celebraban anoche en Corrientes simultáneamente con la sede porteña de “Cambiemos”, donde bailaba entre coloridos globos Mauricio Macri y su tropa. El FPV festejó disperso, en horarios distintos y con mucha cautela: Camau habló primero, Scioli después y en el final lo hizo Fabián Ríos. Signos de los tiempos electorales.

Fuente:www.ellitoral.com.ar