La denuncia que realizó Natalia González a El Litoral sobre las irregularidades que habrían llevado a la muerte a su hija y posiblemente a su hermanito, abrió el debate sobre la atención de profesionales de la salud en hospitales de la provincia. La mujer embarazada fue derivada desde Gobernador Virasoro al Hospital J.R. Vidal donde nacieron los gemelos con 32 semanas de gestación, el varón falleció a los 10 días y la nena casi un mes después. 
La madre reclamó falta de atención de parte del personal que la atendieron y, su marido amplió en las últimas horas esta acusación  exponiendo entre otros puntos que su hijo no falleció por un cuadro respiratorio, sí por un virus intrahospitalario que habría ocasionado también el fallecimiento de otros niños prematuros. 
“El varón no falleció por problemas respiratorios, sino por una sepsis bacteriana. Según nos explicó un pediatra de guardia del sector de Neonatología es una bacteria que ya cobró varias vidas de prematuros hasta la fecha”, dijo José Raúl López respondiendo a la entrevista que dio la directora del Vidal Norma Pérez a un medio radial. Al mismo tiempo sostuvo que “si los prematuros corren alto riesgo de vida, debían hacer un seguimiento más exhaustivo sobre los bebés”. 
Al mismo tiempo, aclaró que “el peso de Amanda nunca fue de 890 gramos, nació con 1.020 gramos y falleció con 1.350 gramos producto de edemas ocasionados por la supuesta retención de líquidos ocasionados por el suministro de la cantidad de antibióticos que requería para su evolución”. 
“Hablé con la directora del Hospital Vidal por las irregularidades a lo cual me respondió que tenía que dejar expresado en un libro de quejas del sector de Maternidad; le respondí que eso lo hice hace dos semanas y que si no lo leyó tenía cuatro o cinco hojas para leer”, expresó.
Entre los reclamos que presentó ante la doctora a cargo del nosocomio, se encontraba: vendedores ambulantes en el sector de Neonatología en horario nocturno; maltrato de parte de médicos y enfermeros hacia los padres; falta de comunicación entre enfermeros y médicos; alto índice de mortalidad infantil por una bacteria. 
“La orden radiológica para el seguimiento de Amanda decía hacer cada seis horas una placa. Le hicieron a las 1 y 7.57, la última placa después de las 14, luego de haber fallecido y queriendo tapar la impresión de dicha placa con una cinta de papel escrito con birome el apellido de mi bebé y a la hora 13. Pusieron en el certificado de defunción hora de deceso a las 13.15 siendo que falleció minutos antes de las 13”, recordó. 
Respecto a la repercusión del caso, el padre de los gemelos fallecidos expresó: “Que nos juzguen como quieran, nosotros lo único que queremos es justicia por nuestros bebés, que por más que la vida no nos devuelva queremos justicia para que no les pase esto a otras familias, estas cosas seguirán pasando mientras esté en el común de la gente quedarse callada”. Agregó: “Muchas veces no nos sabían responder porqué le daban determinado medicamento”. 
En una entrevista radial el jueves por la tarde, la directora Norma Pérez sostuvo que ante la primera y única denuncia que le presentó el padre de los chicos iniciaron una investigación administrativa y acordaron reglas con el personal del hospital. Respecto al fallecimiento de la niña, dijo que los padres están en su derecho a reclamar y a su vez defendió el prestigio del servicio de Neonatología.