En el día de “Nuestra Señora de la Merced”, el nuncio apostólico en Argentina, oficializó que el Papa Francisco aceptó la renuncia del obispo Ricardo Faifer y asumió así como pastor de la Diócesis de Goya, Adolfo Canecín. Juntos presidieron la procesión y la misa central en Mercedes que precisamente celebró ayer su fiesta patronal.
A la mañana, se realizó el primer oficio religioso y el posterior desfile en homenaje a la “Generala del Ejército”.  (Ver imágenes). Luego, los feligreses compartieron un almuerzo comunitario.
Mientras que a las 17 se realizó la procesión por las calles mercedeñas con la participación del ahora obispo emérito, Ricardo Faifer, el obispo Adolfo Canecín, su par de Santo Tomé, Hugo Santiago, el vicario general Luis María Adis y feligreses en general. Con cánticos y oraciones arribaron todos frente al templo donde se realizó la misa central. En este marco, Faifer, como un símbolo,  entregó el báculo a Canecín que desde ayer se convirtió en el cuarto obispo de la Diócesis de Goya.
Durante su primera homilía, el nuevo pastor expresó, entre otros conceptos, que “esta misa sea para cada uno de nosotros  un punto de llegada, porque hemos entregado a la madre, en sus manos lo que había antes en nuestra alma, mente  y corazón”. Sobre esto, recordó  que la Virgen de la Merced “es  la liberadora de los cautivos”. Por ello instó, incluyéndose a él, a entregar en manos de ella, “las esclavitudes personales, familiares, conyugales, eclesiales y sociales”. Para que, con la intersección de la Virgen ante Jesús, “podamos encontrar la auténtica y verdadera libertad de los Hijos de Dios”, destacó Canecín.