25 de enero de 2015
A un mes de vivir en centros de evacuación, las familias ansían el regreso a sus hogares
A fines de 2014 más de 200 personas fueron evacuadas y trasladadas a tres escuelas del pueblo habilitadas por el Municipio. En los establecimientos educativos no quedan más de 10 familias que están contenidas por algunos misioneros.
Los últimos días de diciembre de 2014 unas 250 personas estaban siendo ubicadas en tres escuelas habilitadas por el Municipio de Santa Lucía; las lluvias no cesaron durante varios días y el río seguía creciendo, lo que obligó a que unas 70 familias dejen sus hogares. Hoy los edificios públicos dispuestos por la Comuna no tienen más de diez grupos viviendo en el lugar.
“Hablan muy pocos, nosotros buscamos que estén contenidos porque están viviendo situaciones muy difíciles, hay familias que perdieron todo”, contó a El Litoral el padre Sergio quien es misionero de la comunidad de San Vicente.
El religioso es el segundo año que visita Corrientes y en esta oportunidad, recorrió las escuelas donde trata de dar ayuda espiritual a las familias afectadas por la i-nundación. En la puerta de la parroquia Adoración Perpetua contó que organizaron cumpleaños de niños que están alojados en los colegios para “poder brindar un ambiente confortante”.
El sacerdote viajó a la zona hace unas dos semanas junto a un grupo de 18 religiosos, que pertenecen a una comunidad de 70 personas.
“No piden muchas cosas materiales, sí ansían volver a sus casas”, contó el cura.
Relatos
Las historias de vida son muy diversas en las tres escuelas pero, todas coinciden en querer volver a sus hogares. A pesar de las advertencias sobre enfermedades que puede causar la exposición a las aguas infectadas, muchos habitantes de esta zona eligieron regresar.
Sofía tiene tan sólo tres semanas y media, y aún no conoce su hogar, su madre estaba internada en el hospital a punto a dar a luz cuando su familia estuvo obligada a dejar su casa porque el agua no paraba de subir. Con tan sólo dos días, su primera casa fue la Escuela Nº75 “Esteban Martínez” que está ubicada en la misma manzana que la parroquia.
Otra historia que pudimos conocer fue la de Agustín, quien tiene 82 años y hace tres años vive en la zona; es la cuarta vez que debe dejar esta vivienda y asegura que “es la peor crecida” que vió en los últimos años. La familia Molina, ayer por la mañana, regresó a su casa. Cargaron algunos muebles en un carro y los niños ayudaron en la mudanza.
La ropa tendida en el colegio, los niños jugando en el patio y otros pequeños ayudando a sus padres a trasladar cosas, fue una imagen que este medio pudo rescatar. En diversos espacios de la escuela las familias buscaron hacer su propio hogar temporario.
Fuente:www.ellitoral.com.ar
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