14 de octubre de 2014
A dos años de ser víctima del bullying, Abril vuelve a Mercedes dando sus primeros pasos
En octubre del 2012 recibió un golpe por parte de una compañera y perdió la movilidad en sus piernas. Debió mudarse de escuela y emprendió junto a su madre y seres queridos una larga lucha para intentar recuperarse.
A mediados de julio pasado, inició un tratamiento y hace más de un mes comenzó a caminar. Recordó que fue difícil soportar lo que ahora define como los “dolores de la victoria” y señaló que debe seguir con asistencia médica.
Es volver a comenzar una nueva vida. Ya nada será igual que antes”, dijo Abril Ghezzi horas antes de dejar Buenos Aires para emprender el viaje que le permitirá llegar hoy a las 6 a Mercedes. Retornará después de permanecer tres meses en el instituto Fleni donde recibió el tratamiento que le permite dar sus primeros pasos luego de que sus piernas quedaran inmovilizadas como consecuencia del golpe que le dio una compañera del colegio.
Después de ese lamentable hecho ocurrido en octubre del 2012, Abril junto a su mamá Claudia, su abuela, hermanos y seres queridos comenzaron primero una larga lucha para conseguir el financiamiento de la asistencia médica que necesitaba. Durante todo ese proceso, sólo podía movilizarse en sillas de ruedas, debió mudarse de colegio y pasar numerosas penurias. Pese a ello, mantenía la fe en que un día podría volver a ponerse de pie. “Confiaba en que lo lograría pero a veces me parecía imposible”, reconoció Abril en diálogo con El Litoral.
Cuando el pasado 15 de julio comenzó su tratamiento, la incertidumbre y las expectativas eran grandes. Con una mezcla de sensaciones complejas para la adolescente de 14 años, siguió adelante. Junto a su mamá y a un equipo de profesionales superó un extenso proceso que incluía tratamientos diarios que arrancaban a las 7 y concluían a las 18.30.
Grata noticia
A principios de septiembre “estaba en la habitación que teníamos en el instituto y golpean la puerta. Abro y estaba Abril de pie tomada de la mano con una de las terapeutas. No puedo describir la felicidad que sentí”, afirmó Claudia a El Litoral.
Producto de esa emoción, contó que “no podía dormir esa noche hasta que después por el cansancio me quedé dormida con la tele prendida. En un momento siento que alguien me estaba tapando. Era Abril, parecía un sueño, pero era real”. Desde aquel día, la fe de poder volver a ponerse de pie y caminar se convirtió en una realidad.
“Fue difícil soportar los dolores pero como me decían acá, eran los dolores de la victoria”, señaló Abril, aunque aclaró que “ganamos una, pero la lucha sigue”.
“Por ejemplo, ahora camino un cuadra y tengo que sentarme a descansar un poco. Pero sé que voy a poder seguir mejorando”, comentó la adolescente que el año próximo cumplirá 15 años y espera ese día poder bailar.
Precisamente, para continuar con el proceso de recuperación deberá continuar en suelo correntino con kinesiología, asistencia psicológica y de un profesor o especialista que la acompañe en el proceso de volver a aprender a caminar y correr.
Aunque a diferencia de los últimos tres meses, ahora estará más cerca de aquellos que la quieren. Hoy en compañía de su mamá y su hermano llegará a Mercedes, donde la espera su abuela Marcela y su otra hermana, Sol. También irán a darle la bienvenida quienes son parte de la escuela parroquial.
Es cierto, será volver a empezar, pero lo hará de pie y rodeada de afecto.
Fuente:www.ellitoral.com.ar
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