OPINIÓN
1 de octubre de 2025
Tras la bomba de humo de la ayuda de EE.UU., el mercado encara un escenario de default y recesión

El gobierno de Milei se garantizó la foto más deseada con Trump en la Casa Blanca, pero su relación carnal con Washington perdió su efecto. Los activos financieros, acciones, bonos y ADRs no repuntan, mientras las cotizaciones del dólar volvieron a dispararse.
Por Cristian Carrillo
La bomba de humo que significó la promesa de ayuda estadounidense a las finanzas argentinas parece haberse disipado por completo y, con más claridad, los inversores se mueven ante una economía que coquetea entre el default y la recesión. Finalizado el período de gracia que le dio el Gobierno a los agroexportadores, que permitió la liquidación de 6.300 millones de dólares por la eliminación temporal de retenciones, el Tesoro sólo pudo quedarse con un 30 por ciento de ese total.
En este escenario, la acumulación de reservas se complica y las restricciones a la compra de divisas por parte de empresas y personas humanas y toda la estructura piramidal que armó la dupla que integran el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, vuelven a tambalearse con más fuerza. Y, como si no fuera suficiente, los activos financieros, acciones, bonos y ADRs no repuntan y sigue el castigo, mientras las cotizaciones del dólar continuaron con la disparada.
Siguiéndola de atrás, las restricciones indirectas y directas sobre los principales canales de dolarización no alcanzaron para frenar la fuga, lo que explica el pésimo aprovechamiento del regalo a las exportadoras de granos. Un informe de la consultora Max Capital detalló que las intervenciones oficiales, combinadas con las ventas bajo la exención impositiva, provocaron “disrupciones en el mercado local”. El documento reveló que la expectativa del mercado es de una moneda más débil después de las elecciones, ya sea bajo un esquema de flotación o potencialmente por nuevas restricciones cambiarias. Esto explica que el dólar de contado con liquidación, tras la medida que impide la operatoria cruzada con el mercado oficial, se ubique en 1.570 pesos, mientras el oficial operó en los 1.450.
“Los que no dolarizaron, demandaron cobertura vía contratos de dólar futuro o la suscripción de dólar linked (atado a la cotización del billete verde) en la licitación del viernes pasado. El interés abierto en el mercado de futuros subió 1.950 millones entre el viernes y martes, concentrado en las posiciones más cortas (octubre y noviembre); la demanda de dólar linked absorbió otros 1.250 millones aproximadamente. En ese mercado, el interés abierto suma casi 10.000 millones de dólares, pero estimamos que la posición vendida del BCRA se ubica cerca de los 8.100 millones (a lo que hay que sumar su posición vendida en la Bolsa)”, detalló, por su parte, un informe de la consulta Lcg. El interrogante que se suma es: ¿cuál será el costo que deberá afrontar el Gobierno ante una esperada devaluación post elecciones?
Precios de remate
El sector agropecuario vendió unos 6.300 millones de dólares, pero el Tesoro compró apenas 2.230 millones de dólares, según datos oficiales. Desde el sector financiero apuntan a que los mayores montos fueron absorbidos por personas que acceden al mercado oficial de cambios, que luego revenden en los mercados paralelos. “Según las propias estimaciones del Gobierno, esta operatoria —que consiste en comprar dólares a unos 1.380 pesos y revenderlos cerca de 1.500 pesos— drenaba hasta 2.000 millones al mes”, de acuerdo con un informe de la sociedad de bolsa One618 compilado por la agencia financiera Bloomberg. En términos de costo de oportunidad, el Estado argentino cedió 1.500 millones de dólares en recaudación por retenciones, al llevarlas a cero, para absorber sólo 2.230 millones.
El resultado es que, hoy, las reservas brutas apenas superan los 40.000 millones de dólares, mientras las netas disponibles siguen en terreno negativo. En tanto, el Gobierno enfrenta vencimientos por 23.534 millones de dólares. De acuerdo con el informe de Quantum, ante organismos multilaterales vencen capital e intereses por 2.295 millones de dólares de octubre a diciembre 2025 y 7.521 millones en 2026; en bonos y letras se suman pagos brutos de capital e intereses por 10.718 millones y de Bopreal (el invento libertario) hay vencimientos por 1.000 millones de dólares en noviembre de este año y por 2.000 millones en el primer semestre de 2026.
El Gobierno se juega el pleno al “blindaje” de Estados Unidos, pero el mercado comienza a prestar atención a los condicionamientos. De todos, el que más impacto negativo tiene es el que propio titular del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, adelantó por X (ex Twitter): la ayuda dependerá del resultado de las elecciones en octubre. El establishment financiero exige una serie de reformas estructurales –más ajuste a la población—para asegurarse saldos remanentes que se destinen al pago de sus acreencias. Si el resultado no es favorable, el Gobierno no tendrá plafón legislativo para avanzar en más motosierra. El malhumor social, la falta de conexión con la realidad del Gobierno, la mala praxis financiera y una economía que “viaja” hacia a una nueva recesión se conjugan en un escenario poco propicio para una victoria del oficialismo.
Los comicios para el mercado ya comenzaron. Los bonos argentinos en dólares agudizaron su retroceso, impulsando aún más un riesgo país a niveles de 1.230 puntos. La renta fija argentina sigue borrando, de todas formas, buena parte del repunte que se había desatado tras el apoyo explícito Bessent. Este miércoles hubo una morigeración en las caídas de los bonos en dólares, pero sin rebote, como era de esperar tras el castigo de las ruedas previas, cuando acumularon retrocesos de dos dígitos.
“A esta altura de los acontecimientos, el mercado ya no se conmueve por declaraciones y las únicas maneras posibles de que el soberano pueda volver a acceder al mercado de crédito internacional parecen ser (i) una elección de medio término que cambie drásticamente el sentimiento de los inversores, algo que a priori no luce tan fácil dada la evolución del Índice de Confianza en el Gobierno, que en septiembre se ubicó en 38,8 por ciento, y/o (ii) que el Tesoro estadounidense salga a comprar masivamente bonos en el mercado secundario y/o se comprometa a comprarlos en un determinado nivel de tasa” sostuvo un documento de la consultora 1816.
“Si no se dan ninguna de esas dos cosas, las alternativas que quedan para servir la deuda en lo que resta de la administración Milei son: (i) que nos preste Estados Unidos de manera directa, o (ii) que el Gobierno empiece a comprar buena parte de las divisas necesarias para hacer frente a los compromisos del Tesoro y del BCRA en moneda extranjera. Los vencimientos con bonistas, Bopreales, repos, FMI y Club de París suman 33.900 millones de dólares hasta diciembre de 2027”, resumió el informe.
Fuente: www.eldestapeweb.com