Con la democracia se cura, se come y se educa”, dijo Raúl Alfonsín luego del triunfo en las urnas el 30 de octubre de 1983, sepultando la más sangrienta dictadura cívico-militar que sufrimos en la Argentina.
Lamentablemente los años que siguieron demostraron que no alcanza solo con la democracia para curar, alimentar y educar a un pueblo. Pero las recordadas palabras del primer Presidente de esta duradera democracia dejan en claro algo indudable: sólo se puede curar, dar de comer y educar en una democracia sólida y para todos. Las dictaduras solo aseguran muerte.
En la misma semana en que se cumplieron tres décadas de vida democrática ininterrumpida, los argentinos volvimos a votar en la más absoluta libertad –con el agregado de miles de jóvenes que llegaron a las urnas volviendo a creer en la política-, y la Corte Suprema declaró constitucional la Ley de Medios votada por el Congreso, después de cuatro años de batallar en la Justicia contra todo el poderío del Grupo Clarín y sus jueces y políticos aliados.
Así como Raúl Alfonsín abrió el camino hacia una verdadera democracia con el histórico juicio a las juntas militares y Néstor Kirchner y Cristina Fernández lo consolidaron llevando a las cárceles comunes a los asesinos y torturadores de la dictadura –luego de terminar con indultos y leyes del perdón-, este martes se acabó con una ley de medios nacida de las manos de Videla y Martínez de Hoz.
Vestigios de la dictadura que se van apagando.
Se apagan con cada asesino que llega a juicio.
Se apagan con cada joven que recupera su identidad robada por la dictadura (Aquí un punto para homenajear a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, sin ellas esta democracia sería otra cosa).
Se apagan con cada votación en libertad. Con cada pibe que nace a la militancia.
Se apagan cuando la Asignación Universal por Hijo, justo esta semana, cumple cuatro años.
Y se apagan cuando por fin la democracia, luego de tres décadas, logra una ley de medios que defiende la libertad de expresión y la pluralidad de voces.
Guiños de la historia, caprichos del almanaque, entre el último domingo y el miércoles vivimos tres hechos que nos hacen presentar esta edición histórica de Veintitrés: volvimos a votar en libertad, los argentinos dejamos atrás la ley de medios de la dictadura, y se homenajeó a Raúl Alfonsín, el primer Presidente de esta extensa etapa democrática que cumple tres décadas.
Más y mejor democracia.
Más y mejores oportunidades para curar, comer y educar.
Y festejar.
Fuente:veintitres.infonews.com
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