El informe realizado por Unicef y difundido el miércoles, expuso la dramática realidad que atraviesan miles de niños argentinos y sus familias diariamente, que sólo se alimentan una vez por día por falta de recursos para comprar alimentos.

En el último año, el 7% de los niños y adolescentes que viven en el país no pudieron desayunar, almorzar, merendar o cenar porque en su casa no había con qué comprar alimentos, una situación que también afecta a tres millones de adultos.

Los datos surgen de una nueva encuesta presentada este mediodía por Unicef. La insuficiencia en los ingresos también generó una reducción del 67% en el consumo de carne y del 40% en la ingesta de frutas, verduras y lácteos en la dieta de los menores. En cambio, creció un 20% el consumo de alimentos como fideos, harina y pan.

Esta peor cara de la inflación alcanza a un millón de menores en el país y no es una excepción en Corrientes, en la que, según la propia medición del Gobierno provincial en marzo pasado, más del 41 por ciento de los hogares correntinos son pobres.

De hecho, a principios de semanas, el director de Seguridad Alimentaria de la Provincia, Lucas Carballo, admitía que en las últimas semanas registraron un incremento en la demanda de raciones de alimentos, del 15 al 20%, tanto en los comedores y merenderos de esta Capital, como así también los del interior.

El funcionario provincial, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, que aumentó la presencia de correntinos que se acercan a los comedores que reciben asistencia provincial.

"La delicada situación económica por la que atraviesa la provincia de Corrientes está llevando a un aumento en la cantidad de personas que asisten a los comedores para obtener un plato de comida", confirmó.

Aseguró que en las últimas semanas incrementó entre 15 y 20 por ciento la demanda en los 160 comedores y merenderos capitalinos y confirmó que por día otorgan más de 25.000 viandas.

"Los argentinos estamos viviendo un tiempo difícil, y los sectores más vulnerables son los más afectados. En marzo pasado tuvimos el pico más alto de inflación con el 7,4% de inflación en el Mesopotamia, que fue muy agobiante, y debido a esta inflación registramos mayor cantidad de personas que se acercan a retirar las raciones del grupo familiar", manifestó Carballo.

En paralelo también relató, que asisten a un centenar de comedores solidarios en esta capital, "que pertenecen a privados que consiguen donaciones y ayudas, pero con los que también se colabora", dijo el funcionario en declaraciones a radios Dos.

Junto con los comedores escolares y solidarios, y los merenderos y comedores oficiales se intenta garantizar el alimento a los niños, pero el panorama tal como se avizora para fin de año, en el que la inflación podría superar el 80%, no resulta muy alentadora y sin duda impactará en el bolsillo y en la mesa de los correntinos".s

Fuente: www.nortecorrientes.com