24 de abril de 2018
Alerta en el sector hortícola: ante la falta de demanda tuvieron que tirar tomates
“En los últimos días no hubo muchos compradores y los que vinieron, ofrecían unos $30 por un cajón de 20 kilos”, advirtieron desde la Asociación de Horticultores. Ante la imposibilidad de mantener los frutos en las plantas, se utilizaron como abono o alimentos de animales.
A través de las redes sociales se difundió un video en el cual se observa como se tira una cantidad considerable de tomates. Las imágenes fueron registradas en una quinta del departamento de Lavalle en la jornada del último sábado. Desde la Asociación que nuclea a productores de la zona, manifestaron que esa situación responde a que es muy bajo el precio que están ofreciendo a los productores.
Uno de los primeros en referirse a esta dificultad por la que estarían atravesando un número considerable de productores fue el intendente de Santa Lucía, José Sananez. Precisamente, en su cuenta personal de Facebook publicó un video con el siguiente mensaje: “Productores hortícolas tirando lo que da vida económica a nuestro departamento. Es muy triste”. Consultado sobre esto, el presidente de la Asociación de Horticultores Río Santa Lucía, Pablo Blanco, manifestó que “por lo general se está cosechando lunes, miércoles y sábado. Lamentablemente en los últimos días no hubo muchos compradores y los que vinieron, ofrecían unos $30 por un cajón de 20 kilos. Es un precio demasiado bajo para los productores, considerando que los costos siguen en aumento”. Seguidamente, agregó: “Y cuando el tomate esta listo para ser cosechado no se lo puede dejar en la planta, sino termina afectándola”. En este contexto, comentó que algunos productores al no poder vender su producción y ante la necesidad de tener que cosecharlos, “no les queda otra cosa que tirarlos para usarlos como abono o bien darlos como alimento a los animales”.
Sobre la posibilidad de llevarlos a otros lugares y donar la producción, indicó: “Hay que tener en cuenta que el traslado de la quinta hasta áreas urbanas también implica un costo adicional que muchos productores no están en condiciones de afrontar”. En lo inmediato, afirmó que “todos estamos rogando que la demanda pueda crecer y se aumente así el precio que le pagan al productor”. Pero más allá de eso admitió que existe un problema de vieja data que aún no fue resuelto: achicar la brecha entre lo que le pagan al horticultor y lo que debe abonar el consumidor.
“Al productor le pagan poco pero el vecino después debe pagar caro”, concluyó.