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EL TIEMPO EN LA CRUZ

8 de septiembre de 2017

La Iglesia Católica exhortó a renunciar al griterío político

Expresaron su preocupación en tal sentido el propio arzobispo Stanovnik como la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Corrientes. Piden autocrítica y que se transite el camino "de habitantes a ciudadanos".

La Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Corrientes exhortó ayer a renunciar "definitivamente a los gritos, a las burlas y las denostaciones" en el debate político de la sociedad correntina. Previamente, el titular del Arzobispado, monseñor Andrés Stanovnik había reflexionado con preocupación que "debemos aprender a convivir o vamos directo a un caos en lo social".

Frente a la conducta desbordada de algunos actores políticos, Stanovnik advirtió que "algunas señales preocupan porque hay una intolerancia muy grande". La reflexión del jefe de la Iglesia correntina surgió a raíz del abrupto final de las exposiciones que hicieron el martes último los candidatos a Gobernador invitados por la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis provincial, y pidió a los postulantes un comportamiento ejemplar y "no tratar de resolver los desbordes a los gritos". Opinó que "esta problemática tiene que ver con la educación básica. Esa que recibimos en la familia y después se afianza en la escuela que es la que nos ayuda a poder respetar y establecer una relación de convivencia social con otro". Stanovnik exhortó que "debemos aprender a convivir o vamos directo a un caos en lo social", y agregó: "Los argentinos necesitamos reconciliarnos y esto representa un camino arduo en el que no se puede hacer borrón y cuenta nueva, la única manera de acomodarnos en una crisis en hacerlo juntos con verdad, justicia y reparación social".   SIGNO DE  GRANDEZA   Por su parte, la Pastoral Social Arquidiocesana emitió ayer un comunicado donde se señala que "ante el 7º Encuentro para el Diálogo con los candidatos a gobernadores y vicegobernadores, que el pasado martes tuvo que interrumpirse por anticipado al completarse el primer bloque, la Pastoral Social Arquidiocesana manifiesta: -Que hay una palabra que no debemos nunca cansarnos de repetir y sobre todo de dar testimonio: diálogo, tal como nos exhorta el Papa Francisco. -Que dialogar y escuchar es signo de grandeza; es reconocer que todos tienen algo que decir y aportar, y es estar dispuestos todos a trabajar por la consecución del bien común. -Que se hace necesaria y urgente una sincera autocrítica de la dirigencia política y de la militancia, ante la incapacidad manifestada tanto en sectores del público como en algunos oradores, para poder escuchar a alguien que piensa diferente, y expresar con asertividad, sin agresiones, el propio pensamiento. -Que todos debemos aprender a convivir. El mejor y único modo de poder hacerlo es tolerarnos, sostener con respeto el legítimo debate de opiniones, renunciando definitivamente a los gritos, a las burlas y las denostaciones. -Que la Pastoral Social continúa apostando en colaborar con estos espacios de construcción de ciudadanía, buscando que los correntinos vayamos pasando a ser "de habitantes a ciudadanos", y crezcamos en un mayor compromiso y participación en la "cosa pública".
En primera persona
"Esta problemática tiene que ver con la educación básica. Esa que recibimos en la familia y después se afianza en la escuela que es la que nos ayuda a poder respetar y establecer una relación de convivencia social con otro".

"Debemos aprender a convivir o vamos directo a un caos en lo social. Los argentinos necesitamos reconciliarnos y esto representa un camino arduo en el que no se puede hacer borrón y cuenta nueva, la única manera de acomodarnos en una crisis en hacerlo juntos con verdad, justicia y reparación social".

"Todos debemos aprender a convivir. El mejor y único modo de poder hacerlo es tolerarnos, sostener con respeto el legítimo debate de opiniones, renunciando definitivamente a los gritos, a las burlas y las denostaciones. Se hace necesaria y urgente una sincera autocrítica de la dirigencia política y de la militancia, ante la incapacidad manifestada tanto en sectores del público como en algunos oradores, para poder escuchar a alguien que piensa diferente, y expresar con asertividad, sin agresiones, el propio pensamiento".
  Fuente:www.diarioellibertador.com.ar

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