15 de diciembre de 2016
Remisero despedido por denuncias de acoso tomó de rehenes a compañeros
Se trata de un hombre de 35, identificado como Darío Escobar. Armado, ingresó a las oficinas de la empresa Apipé y tras amenazar a los empleados, exigió el pago de una supuesta indemnización. Tras tres horas de negociación, liberó a los prisioneros y se entregó a la Policía. Lo imputaron por privación ilegítima de la libertad, daños y tentativa de incendio.
Momentos de suma tensión se vivieron ayer a la mañana en las oficinas de la empresa de remises Apipé, donde un ex empleado armado con un mazo tomó de rehenes a varias personas exigiendo el pago de una indemnización tras ser despedido. Después de tres horas de negociación, el hombre liberó a las personas que tenía bajo amenaza y se entregó a la Policía.
El dramático suceso comenzó alrededor de las 8, cuando un hombre de 35 años, identificado como Darío Escobar, irrumpió en las oficinas que la remisería posee sobre la calle Santa Fe casi Yrigoyen, frente a la plaza Cabral, y con un elemento contundente de gran tamaño comenzó a amenazar a otros compañeros y empleados administrativos que se encontraban en el lugar, privándolos de su libertad. La situación se fue tornando tensa y por ello la Policía dispuso un importante operativo en las inmediaciones del lugar, para finalmente el mediador de la fuerza comenzar las negociaciones con el desaforado sujeto, a quien lo conocen en el rubro del transporte como "Contempomi". El diálogo se vio truncado cuando el hombre se puso muy violento y no dejó que el mediador policial, Alejandro Bottini, se acerque al lugar hasta tanto no se retiraran los efectivos que seguían de cerca el procedimiento porque habían sido advertidos que posiblemente el sujeto portaba un arma de fuego. En un momento dado de la negociación, "Contempomi" tomó una impresora y la arrojó por la ventana de la remisería, por donde también gritaba y pedía que la empresa regularizara su situación. LIBERADOS Con el correr de las horas, la tensa situación se fue calmando y ya cerca de las 11.30 los rehenes fueron liberados, y el trabajador del volante accedió a dialogar con el mediador y con uno de los propietarios de la empresa. Las víctimas finalmente fueron trasladadas a la Comisaría Cuarta para prestar declaración, donde además se comprobó que estaban bien de salud, sin ninguna lesión, aunque sí un poco nerviosos por la tensa situación vivida. IMPUTADO Por su parte, la fiscal de la causa, Graciela Fernández Contarde, confirmó que Escobar fue imputado por los delitos de "privación ilegítima de la libertad agravadas por las coacciones, por los daños que ocasionó y además por la tentativa de incendio, de acuerdo a lo que se desprende de las testimoniales de varias personas involucradas". La magistrada explicó que el hombre también amenazó con un cuchillo a una de las empleadas mantenidas como rehén y con un mazo a otras personas que estaban en el lugar. "Todos los testigos coinciden en las amenazas de muerte que les profirió Escobar", resaltó. "ME COMPROMETÍ A AYUDARLO" Wilfredo Oviedo, uno de los propietarios de la empresa, relató a una radio capitalina cómo fue la conversación y negociación con el sujeto. "Cuando me llama el negociador, vengo, hablo con él, quería hablar conmigo, me comprometí a tratar de ayudarlo y destrabar la situación", contó Oviedo y agregó: "Él alquila un auto a otra persona, la relación laboral la tiene con otra persona, él me cuenta que la empresa tiene un sistema de GPS, perdió el teléfono, se compró otro, pero no era compatible con el de la empresa y no podía trabajar por eso". "Normalmente del pago de base se encarga el dueño y parece que no sabía o no sabemos, es muy delicada la situación, en mayo terminaba de pagar el auto, no podía trabajar, no podía recibir pedido, eso hizo un combo y explotó", precisó. Wilfredo aclaró que en ningún momento fue amenazado por el sujeto y negó que haya estado armado con un revólver. "No tenía arma de fuego, encontraron un martillo, pero no sé si es de él", añadió. DENUNCIAS DE ACOSO Darío Escobar trabaja hace 11 años como remisero e incluso algunos colegas confirmaron que hasta el lunes se lo vio conduciendo un remis. Los mismos compañeros confiaron que "el sujeto siempre se mostró en rebeldía contra la empresa y que tiene tendencia a ser agresivo". Al parecer, la situación que derivó en la toma de rehenes se dio cuando los propietarios de la empresa de remises le pidieron al dueño del remis que el hombre manejaba, que prescinda de sus servicios ante las reiteradas denuncias de pasajeras por acoso. "Esta persona fue bajada de su móvil por continuas quejas de los clientes. Fue imposible mantenerlo en el trabajo. Acá no se despide a nadie y sólo se le dejó de entregar el auto que manejaba", dijo Jorge Aguilar, uno de los propietarios de la empresa Apipé. Fuente:www.diarioellibertador.com.ar