Imperialismo judicial, dirigencia fallida
Los grados de libertad de la política económica desaparecen en el altar del poder de los acreedores. Y todos y cada uno de estos problemas fundamentales, esenciales para cualquier país, se mantienen mayormente ausentes de un debate público abiertamente conducido por unas pocas corporaciones. Los medios de comunicación ya no pertenecen a periodistas, sino a grupos empresarios.