Voces de angustia e impotencia se multiplican ante la tierra desolada
Esto se fue todo a la miércole, ellos nos ignoraron, nos dejaron solos», lamenta con impotencia Leandro Rodríguez, al igual que su señora, quien es hijo de un conocido empresario del transporte de Misiones, «Moncho» Rodríguez.
Como su caso, se multiplican las descripciones estremecedoras de la insólita e histórica catástrofe por los incendios que desde diciembre ya encendieron todas las luces rojas posibles sobre lo que se avecinaba. Con pérdidas millonarias, habitantes rurales y productores de diversos rubros se debaten entre el desánimo con la idea de bajar los brazos o seguir con mayor ímpetu, aún para restaurar el daño provocado por la tragedia, que sin dudas ameritará en su momento un análisis exhaustivo de las causas que la provocaron.