Por Matías Resano
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Conmoción e indignación en la localidad bonaerense de Moreno, sensaciones desencadenadas al conocerse una denuncia de abuso sexual a un discapacitado en el hospital municipal.

El acusado es un empleado del mismo centro de salud, quien fue apuntado por un compañero, el cual vio a la víctima desnuda y luego ésta reconoció el ataque. Las primeras pericias realizadas en la causa confirmaron el vejamen y por lo tanto, el imputado fue separado de su cargo.

"¿Te gusta p...? ¿Te gusta?" expresaba de manera repugnante un empleado de lavandería del Hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno, mientras apoyaba su pene en el ano de un hombre que padece una discapacidad mental, el cual imploraba: "No, no, me duele, eso no se hace".

Una secuencia que la propia víctima le relató a Ricardo Sosa, personal auxiliar del establecimiento sanitario, quien irrumpió en el vestuario, escenario del abuso.

Al respecto, Sosa reveló al medio local Semanario Actualidad que "la puerta no se abría y entonces la empujé. En ese momento, sale corriendo este muchacho desnudo hacia las duchas".

A su vez, "veo que había un compañero nuestro que estaba subiéndose los pantalones. Por eso fui a buscar al hombre y, cuando volví, el abusador se había ido del hospital".

En consecuencia, Sosa alertó del suceso a las autoridades del hospital, quienes procedieron a apartar del cargo al acusado, y además derivó en una causa a cargo de la UFIº 1 de Moreno. En el marco de la investigación, se llevaron a cabo las pericias médicas, hallando lesiones compatibles a un abuso sexual.

Mucha bronca

En tanto, personal del centro de salud estalló de bronca al tomar conocimiento del caso y hasta hubo quienes desearon hacer justicia por mano propia.

Una indignación que el propio auxiliar del hospital manifestó, expresando que "no podemos permitir que a alguien que tanto cuidamos dentro del hospital, sea abusado por un integrante del personal, aprovechándose de su discapacidad y por eso queremos que lo pague".

El hombre discapacitado es asistido con alimentación y donaciones por los propios empleados del nosocomio, asumiendo el compromiso que en su principio tomó Héctor Ibáñez, quien fuera director del nosocomio, que se compadeció con su caso, brindándole contención, afecto y satisfaciendo sus necesidades básicas, dentro de los pasillos del hospital, el mismo escenario donde fue abusado en forma cobarde y aberrante.