13 de julio de 2016
Millonario asalto a un blindado en Ciudad Evita
Una suma cercana al millón y medio de pesos fue robada por cuatro delincuentes armados, quienes atracaron al vehículo que salía de un Rapipago. En la fuga se tirotearon con un policía que estaba vestido de civil y que esperaba para pagar su factura, como un cliente más. Mirá los videos del golpe comando.
Al menos cuatro delincuentes armados, uno de ellos disfrazado de policía, asaltaron a los empleados de un camión blindado que salían de un comercio de la localidad bonaerense de Ciudad Evita y les robaron alrededor de 1.300.000 pesos, mientras que en la fuga se tirotearon con un policía que se encontraba vestido de civil y una mujer que pasaba por el lugar resultó herida de un balazo en una pierna.
Las fuentes policiales dijeron que el hecho ocurrió el lunes alrededor de las 20, cuando el chofer de un camión de la empresa Prosegur estacionó frente a un Rapipago ubicado en la esquina de El Espinillo y Bevilacqua, en una zona comercial de la mencionada localidad del partido de La Matanza, en el oeste del conurbano.
Según dijeron los voceros, mientras que el chofer permaneció al volante, el portavalores y dos custodios descendieron del vehículo, dos de ellos ingresaron al comercio y uno de ellos se quedó en la puerta conversando con quien él pensaba que era un policía.
Sin embargo, el uniformado era en realidad un delincuente disfrazado que formaba parte de un golpe delictivo organizado con al menos otros tres cómplices, quienes ya se habían mezclado en la fila de clientes que se extendía hasta la vereda.
Tan pronto como vieron que el portavalores salía de atrás del mostrador con la saca cargada con el dinero de la recaudación - cerca de 1.300.000 según consta en la denuncia -, los falsos clientes extrajeron armas de fuego de entre sus ropas y los abordaron a los gritos sin darles tiempo a reaccionar.
Sincronizado con sus compañeros, el falso policía sorprendió al custodio que permanecía en la vereda, le apuntó a la cabeza y le ordenó que le entregara su arma. De esta manera, y sólo segundos después de iniciar el robo, los asaltantes salieron del Rapipago con la saca llena de efectivo y el armamento de los empleados de la empresa de seguridad; dos pistolas Bersa 9 milímetros y una Taurus del mismo calibre.
De acuerdo con el relato de las fuentes, mientras los ladrones corrían en dirección a una camioneta Peugeot Partner en la que los esperaba un cómplice para escapar, un oficial de la Policía Bonaerense vestido de civil y fuera de servicio que tomaba un café en un bar ubicado a pocos metros notó lo que ocurría y decidió intervenir.
El policía, un subcomisario que se desempeña en el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) Morón, salió al encuentro de la banda, extrajo su arma reglamentaria e impartió la voz de alto, aunque los asaltantes subieron a la camioneta y comenzaron a dispararle para cubrir su fuga, por lo que se produjo un breve intercambio de entre cuatro y cinco disparos.
Finalmente, el conductor de la Partner aceleró y la banda huyó de la zona a toda velocidad, añadieron los informantes. Minutos después llegaron a la escena del robo efectivos de la comisaría 3ra. de La Matanza, quienes iniciaron un operativo rastrillaje para dar con los delincuentes, aunque hasta hoy sin resultado positivo.
En tanto, las autoridades supieron luego que una mujer de 35 años, que al momento del tiroteo circulaba por la zona a bordo de una Chevrolet Meriva conducida por su novio, recibió un balazo que atravesó la puerta del lado del acompañante y le impactó en la pantorrilla derecha.
La mujer fue trasladada directamente por su pareja hasta el hospital Alberto Balestrini, de Ciudad Evita, donde los médicos de guardia constataron que no tenía heridas de consideración, le efectuaron las curaciones correspondientes y le dieron de alta horas después.Interviene en la causa, caratulada como robo y resistencia a la autoridad, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Gregorio de Laferrere dependiente del Departamento Judicial La Matanza, a cargo de María Cecilia Pérez.
Así comenzó el robo:
La desesperación de los clientes que hacían la fila para pagar: