Tal como lo adelantó días atrás el director de Epidemiología de la Nación, Jorge San Juan, y así lo vienen advirtiendo desde la cartera sanitaria provincial, respecto de la posibilidad de que se sumen nuevos casos de dengue, chikungunya y zika en la provincia, se detectó en Corrientes un paciente con esa última enfermedad vectorial. Se trata de un caso importado en una persona de 20 años de la ciudad de Mercedes que viajó a Río de Janeiro y fue picada por el mosquito transmisor allí.
Según pudo saberse inmediatamente se tomó contacto con la situación, el equipo del área de Epidemiología de la Provincia viajó hacia esa ciudad y realizó ayer un operativo de bloqueo en la zona donde vive el infectado.
“Evidentemente esta persona no tomó todos los recaudos necesarios y fue picada por el mosquito. Los síntomas comenzó a sentir hace unos días y ayer (por el jueves) finalmente dieron positivo al virus zika”, manifestó en comunicación radial la titular del área, Claudia Campias. La médica explicó que debido al caso importado comenzaron con tareas de bloqueo para completar la manzana. “Hemos trabajado con equipos médicos y de fumigación y hasta el momento no hemos encontrado ningún cuadro febril”, dijo ayer.
Respecto de tal situación, época consultó a la investigadora de la Universidad Nacional del Nordeste y especialista en enfermedades infecciosas, doctora Silvia Balbachán, quien indicó que “está complicado el tema porque al haber un caso, aunque sea importado, el virus ya ingresó y es de esperar de que puedan darse más casos”, dijo.

Balbachán explicó aún más la situación y trató de no alarmar ni llevar pánico pero admitió que “salvo que se hayan puesto en marcha muy rápido las medidas preventivas para que el paciente que fue picado en Brasil no haya sido acá picado por otro mosquito y ese vector no pique a otra persona podríamos no hablar de más casos, ojalá pase eso”, dijo.
Cabe mencionar que zika es una enfermedad transmitida por la picadura de mosquitos del género Aedes que presenta diferentes especies, siendo las frecuente la especie aegypti, pero existen otras muchas incluida el albopictus que se está acercando al domicilio. El mismo vector transmite los virus de dengue, fiebre amarilla y la fiebre chikungunya.
Están en estudio algunas otras formas de transmisión, pero la médica dijo que fundamentalmente “debemos trabajar en la disminución de la densidad vectorial”.
Balbachán insistió en que “el riesgo es palpable porque el virus ingresó a la provincia, es decir que hay que intensificar las medidas preventivas de parte de la población, (usar repelente, realizar el descacharrado, limpiar los patios, etcétera) y también detectar precozmente a los pacientes”.
En ese sentido indicó que al ser el mismo transmisor, el Aedes, de varias enfermedades la lucha sigue siendo contra el mosquito. “Si la gente tiene fiebre sin síntomas respiratorios y dolores musculares debe hacerse atender”, remarcó y sostuvo que los equipos de salud están respondiendo cada vez mejor a una rápida identificación de casos sospechosos.

Antecedentes
Cabe recordar que los primeros días de febrero se había conocido un posible caso de zika en la localidad de Santo Tomé, justamente también en un joven que viajó a Brasil a visitar a sus familiares y que al regresar dio aviso de que al parecer había adquirido la enfermedad durante su viaje debido al cuadro de síntomas que presentó. Luego de los análisis que realizó la cartera sanitaria se descartó que haya sido un caso de zika y no se tuvieron mayores datos al respecto. Los síntomas que presentó fueron diversos, por lo que los médicos que lo atendieron lo calificaron como “polisintomático”.
Ahora, el caso de Mercedes sería el primero confirmado oficialmente por Salud Pública.

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Ya son 280 los casos de dengue en la provincia

El dengue sigue avanzando en la provincia y según los datos oficiales difundidos ayer por el Ministerio de Salud Pública de la Provincia, Corrientes registra 280 casos de la enfermedad, de los cuales 103 corresponden a Capital y 71 a la localidad de Virasoro. El 54% de los casos son autóctonos. También se sumaron nuevos pacientes en Bella Vista, Itatí, Ituzaingó, Villa Olivari, Colonia Liebig, Santa Rosa, Curuzú Cuatiá, Mburucuyá, Monte Caseros, Santo Tomé, San Carlos, Paso de los Libres, Alvear y Goya.
Respecto al incremento de casos, la investigadora de la UNNE, Silvia Balbechán, dijo que “son muchos pero en bastante tiempo, acá en la provincia se está haciendo un fuerte trabajo de control y yo creo que frente a la situación podría haber sido peor, como está pasando en otras provincias como Misiones”. Se refirió en ese sentido a que “el correntino en su idiosincrasia siempre fue de juntar y tener cacharros en sus patios lo que hace que sea un peligro para la reproducción del vector pero ahora se está tomando conciencia y podríamos decir que la cantidad de casos está en una meseta”, dijo e insistió en la prevención y limpieza.

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El difícil arte de comunicar en salud

Doctor Alberto Palladino (*)

No es fácil comunicar, lo reconozco. Es un arte que no siempre se alcanza con éxito, entendiendo el éxito en esto a que el receptor pueda formarse una idea lo más cercana posible a la realidad informada. Y, si de lo que se habla es de salud, el problema adquiere características especiales.
Las ciencias de la salud poseen un cuerpo de conocimientos que ayudan a explicar la ocurrencia y evolución de las enfermedades, pero esta explicación no tiene un modelo determinista. Es decir, el conjunto de factores que influyen en el proceso de salud-enfermedad son antecedentes válidos que se tienen en cuenta a la hora de hacer un diagnóstico, un pronóstico o tomar una decisión; pero no puede concluirse de manera certera (sin posibilidad de error) sino en términos de probabilidad. Por ejemplo, el decir que los fumadores tienen determinada chance de desarrollar una enfermedad pulmonar a lo largo de su vida (habitualmente expresada en un porcentaje) resulta útil para compararlo con los que no son fumadores y concluir sobre el mayor riesgo que ese hábito implica; pero nunca podremos aseverar quién padecerá ese mal y quién no en función de que fume o de que no fume. Es decir, siempre debe expresarse con prudencia toda predicción que se vincula con la aparición o con la desaparición de un evento vinculado a la salud, sea a nivel individual o de la población. Esto constituye una limitación al querer explicar por qué ocurren o por qué concluyen los procesos de enfermedad (nivel de individuo) y de las epidemias (nivel poblacional).
Al transmitir una información deseamos que, desde el comienzo, los destinatarios se vean interesados en el tema. Por ello, sobre todo en el periodismo gráfico, se suele recurrir a títulos que impacten con la finalidad de motivar la lectura. Pero, a veces, esos títulos -frases que sorprenden, que alarman o que indignan- no se condicen con la importancia, la gravedad o el sentido mismo del asunto al leer la nota. En conclusión, el lector no puede sacar una conclusión válida; y, muchas veces, se queda con lo que le dice el título. Y hablando de epidemias, he aquí un ejemplo sobre lo que estoy reflexionando. En una entrevista que se me hiciera recientemente sobre la epidemia de dengue que arrecia a América Latina, con especial referencia a nuestra región, expresé las dificultades técnicas y operativas en el control de este mal; aunque puntualicé el rol de importancia que tienen las acciones de gobierno y, sobre todo, el accionar de la comunidad en el “ordenamiento ambiental”. Es decir, en el conjunto de acciones que intentan brindar un medio ambiente menos favorable para el desarrollo (en este caso) del transmisor del dengue: el mosquito Aedes aegypti. Por su puesto, enfaticé en la cuestión climática (altas temperaturas y humedad) como un factor favorecedor para el desarrollo de la epidemia, de las cuales el agente transmisor es altamente dependiente. En la nota publicada en la edición del domingo 21 pasado estos conceptos aparecen en el cuerpo de la nota, pero el título pareciera no ser tan coincidente con esos conceptos al decir: “Dengue: es una epidemia de difícil control, depende de la naturaleza”. Como puede apreciarse, el título asigna casi nula importancia a las acciones de control que puedan realizarse; mientras, el contenido de la nota (sin restar importancia a las cuestiones climáticas) dice otra cosa. Claro que si el lector lee completo el artículo habrá captado de manera más integral integral el mensaje, pero si solo se queda con el título su conclusión será otra. Por ello, insisto, la información y la educación en salud es un desafío importante para la comunicación. Tanto los profesionales del sector como los comunicadores debemos esmerarnos en mejorarlas ya que de ello depende, en gran medida, lo que la población puede hacer en la prevención y promoción de su salud.

Fuente:diarioepoca.com

(*) Prof. “Atención Primaria de la Salud, Epidemiología e Informática II” Facultad de Medicina – UNNE