E l sistema de recaudación, que usa radares fotomultas para cazar conductores desprevenidos, sigue operando en el país libremente a pesar de las situaciones de ilegalidad en las que incurre y de las distintas intervenciones judiciales que ha recibido en las provincias. El método instalado en la localidad de La Cruz, en Corrientes, embudo del tránsito proveniente de Misiones y del Brasil que está obligado a pasar por allí, es el mismo que ha sido cuestionado en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Sin embargo, las autoridades a quienes compete intervenir, parecen no enterarse. Y no se puede alegar falta de información. Este diario viene ocupándose del tema, y lo seguirá haciendo, pero también ya lo han hecho otros medios del país. Basta con colocar el nombre de la empresa en algún buscador y las publicaciones saltarán en la web cual registro de antecedentes.
Concejales correntinos de La Cruz ingresaron, en la sesión ordinaria del último miércoles, un pedido de informe a la Municipalidad sobre el funcionamiento, desde hace cuatro años, de las fotomultas. Habrá que ver cómo avanza eso. Están en Corrientes pero también están en Garupá y en Candelaria. Las multas siguen llegando. ¿Se podrá dimensionar la cantidad de turistas que vinieron a conocer Cataratas y que el recuerdo que les queda al regreso es una multa de tránsito?
Por lo pronto como ciudadanos y usuarios de las rutas lo que se debe hacer es no pagar las intimaciones. Ya lo dijo el Colegio de Abogados de la provincia en El Territorio el domingo. El sistema no está habilitado y además atenta con la Ley Nacional del Tránsito. Lo bueno sería acotar los vericuetos legales que aun así permiten que estas empresas sigan operando. Una tarea para la Justicia y también para los legisladores.

Roberto Maack
Jefe de Redacción
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