“Anhelaba que lo llamara pero pensé que no ocurriría o que lo haría después porque recibe muchos pedidos. Ahora él tiene que atender al mundo entero”, contó Silvina en diálogo con El Litoral. Recordó que “la primera carta que le envíe fue a mediados de agosto cuando mi papá tuvo una descompensación. Después, cuando nos dieron el diagnóstico volví a escribirle el 2 de este mes” .
En las dos oportunidades, relató las dificultades por las que estaba atravesando su padre que el 21 de octubre cumplirá 71 años y dos días después será operado en el Instituto de Cardiología de Corrientes. “Le pedí que orara por él y al final coloqué su número de teléfono personal por si alguna vez podía llamarlo, Y por las dudas le dije a mi papá que nunca lo apagara”, destacó Silvina, que hace 19 años trabaja en el área de legales del Arzobispado de Corrientes. Precisamente, allí compartió sus jornadas laborales con el ahora Papa Francisco e inclusive mi papá lo vio en dos oportunidades: “Una vez en la Catedral y otro día cuando vino a visitarme a mi lugar de trabajo y se lo presenté”, rememoró la abogada que todos los meses viaja a su Esquina natal. “Es como que nunca me hubiera ido”, subrayó. 
“Estamos realmente contextos por el gesto del Papa de llamarlo porque él tiene una forma de expresarse que transmite paz. Eso le hizo muy bien a mi papá que primero comenzó a contarle de su enfermedad y después ya siguieron hablando de fútbol porque los dos son hinchas de San Lorenzo”, concluyó Silvina que al igual que el resto de los familiares y amigos de Héctor Rebechi , confían en que la Navidad los encontrará nuevamente celebrando juntos.