El pequeño estuvo conectado durante nueve meses a un corazón artificial en el hospital Garraham de Buenos Aires por una miocardiopatía congénita. Tras una larga espera el órgano llegó y con él, la esperanza. Renzo peleó por dos meses luego de la operación realizada el 2 de junio,  pero una serie de descompensaciones y paros cardíacos finalmente lo abatieron. 

Luego del trasplante, el pequeño volvió a ser incluido en la lista de emergencia del Incucai porque el órgano no funcionaba. La lucha siguió y pese a todos los contratiempos, cada día de vida de Renzo, fue un mensaje.

El nene correntino, con sólo 2 años y medio, movilizó al país. Aumentaron las estadísticas de donates de órganos en la provincia mediante continuas campañas que lograron instalar el mensaje, y generó una ola solidaria basada en las cadenas de oración por su salud.

Las redes sociales se conviertieron en espacios de interacción  fundamental para acompañar a la familia en cada situación que atravesaba el niño correntino. 

Los padres Haroldo y Belén, y su abuelo Jorge Ramos transmitían el estado de salud,  espacios que fueron utilizados para promover la donación de órganos hasta hoy.

Esta tarde a las 15, se hará una suelta de globos blancos frente al hospital Garraham para recordarlo y para seguir generando conciencia sobre la importancia de donar.