23 de octubre de 2012
¿Dónde está el piloto?
LEVANTÓ VUELO. Habrá visto algunas cosas que como al "Lole" Reutemann, no le gustaron. Lo cierto es que Ríos no sólo levantó vuelo, sino que además no dio razones. En los hechos estaba claro, y ya desde hace tiempo que la mano venía para Camau y no para el Presidente partidario, quien seguramente habrá preferido no acompañar desde la pasarela la puesta en escena de lo que hoy ya no parece admitir dudas. La presencia de Cristina en Corrientes si algo dejó en claro, es que el delfín presidencial es el Intendente de la Capital.
Aún siguen preguntándose sobre las razones del viaje del titular del PJ, en coincidencia con la visita de la Presidenta. La Cooperativa en baja. La intención de Camau es dejar sin efecto las expulsiones.
Pasados varios días de la visita presidencial a la Basílica de Itatí, sigue el misterio respecto a las razones de la ausencia en dicho acto del presidente del Partido Justicialista, Fabián Ríos.
Informaciones provenientes de un país caribeño ubican a Ríos en ese destino, junto a la diputada Irma Pacayut y su esposo Gustavo López, así como al matrimonio Monti.
En la era de las comunicaciones extraña, que aún desde muy lejos, el referente justicialista no haya salido por los medios de la provincia a dar cuenta del porqué de su ausencia. Antes del repentino viaje al que algunos relacionaron con motivos de salud, las diferencias entre Ríos y Camau Espínola se habrían profundizado, entre otros motivos por la programación de la visita presidencial que lo tuvo al ex medallista como principal anfitrión en la provincia. No habrá querido Ríos que quede en la foto del día después la ostensible inclinación de Cristina por Camau.
La presencia meses atrás en Goya durante la Fiesta Nacional del Surubí, del vicepresidente, Amado Boudou, fue en tal sentido suficientemente traumática. En esa oportunidad, debió resignarse a ver desde la costa el paso de Espínola y Boudou, solos en la embarcación. La conferencia de prensa ofrecida entonces también juntos, ambos, mientras Ríos no encontraba lugar quedando a la vista las preferencias nacionales hacia el ex medallista.
Ahora en Itatí la cosa era distinta aún. Se trataba nada menos que de la gran electora del justicialismo, quien hace y deshace mucho más allá de que se hable de internas. Y lo cierto es que las repercusiones del Congreso del Justicialismo se dieron también en la Casa Rosada, donde se tomó como una provocación que se siga hablando de internas, conociéndose como se conoce la preferencia indisimulable de Cristina para con Camau.
La comidilla en Itatí no era otra que adivinar qué había pasado con Ríos, quien siquiera salió por los medios a hablar del acto. Sus seguidores no alcanzaron a coincidir en la justificación, notándose contradicciones en sus más cercanos colaboradores. Algunos con cierta ironía se preguntaban si era cierto que estaba en Cuba, especulando cómo habría conseguido que la Afip le habilitara los dólares.
Lo cierto es que pasados varios días ya del acto, el misterio continúa, aunque hay datos de la realidad que muestran que Camau acentúa la toma de distancias de la llamada Cooperativa, y particularmente se mueve prescindiendo de las líneas directrices que trata de trazar Fabián Ríos. La ida a Santa Rosa y el acercamiento notorio hacia el intendente "Juanjo" Encinas, no hace sino mostrar que para Camau todos los peronistas son importantes, y que las decisiones votadas por el Congreso partidario, fuertemente resistidas, y ampliamente criticadas, de disponer expulsiones, quedaron en punto muerto. Camau nunca estuvo de acuerdo con dichas expulsiones, y ahora ya con el traje puesto de candidato a la Gobernación, no parece dispuesto a aceptar un tablero con doble comando.
Pareciera haber tomado el toro por las astas, y en este sentido avanzará no sólo con sumar a dirigentes díscolos del peronismo, sino replanteando la reformulación de alianzas, sin tener en cuenta los criterios sectarios marcados desde la conducción.
Para Camau es importante ampliar las bases de sustentación del peronismo, y trabajar con un criterio frentista, en el cual el peronismo no sería sino uno de los partidos de dicho frente.