Hace varias décadas que el sector supermercadista es un actor económico de peso, con una destacada dinámica de crecimiento y significativa incidencia en la evolución del nivel general de precios para el consumidor final.
Desagregando los datos por zona geográfica, durante los últimos ocho años, las regiones Norte Grande (NEA-NOA) y Patagonia son las que más crecieron en volumen de ventas, según un informe reciente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral).
En cambio, en la zona Centro-Oeste al igual que en la Pampeana, se ha producido un cierto estancamiento. De acuerdo al informe, una de las razones que explican esta evolución tan dispar entre las provincias grandes y las primeras, está asociada a la instalación de nuevos supermercados o sucursales en las zonas de mayores ventas. Asimismo agregan que "antes su población compraba en almacenes y ahora ha cambiado su lugar de abastecimiento. Los datos muestran el importante incremento en el número de bocas de supermercados en las regiones NEA-NOA y Patagonia".

CORRELACIONES

El estudio en cuestión también destaca una correlación casi perfecta entre las mayores ventas y las nuevas bocas de expendio. En el Norte Grande (NEA-NOA), se ha casi duplicado el número de bocas, similar al ritmo de las ventas.
En Corrientes eso es un fenómeno que ha podido observarse a simple vista en los últimos tiempos. En la Patagonia también se da esa relación, pero es menos clara. ¿Por qué se instalaron más en provincias pequeñas? Existe una variedad de factores a tener en cuenta a la hora de instalar una sucursal y dos de éstos son la población a quien atender (los clientes) y su poder de compra. En una de las infografías se presenta una foto de cómo se encuentran actualmente las provincias en cuanto a estos factores.
Teniendo en cuenta datos provinciales, a los clientes se los mide como población por boca. Puede haber una provincia muy poblada pero también con muchas bocas de supermercados y, por lo tanto, no resulta conveniente instalar nuevas bocas. Para el poder adquisitivo se considerará la masa salarial formal (en dólares), también por boca.