La apuesta de Ricardo Colombi y su equipo para el desarrollo sostenido de la Provincia en el mediano y largo plazo, formalizada a través del Pacto Correntino, así como la consecuente ampliación del Gabinete fueron acciones celebradas por todos los integrantes del staff provincial; sin embargo, por estas horas se ve a los ministros ojerosos y abstraídos con sus respectivos equipos. Es que analizan cómo pasar los primeros meses de gestión con un presupuesto que, a comparación de lo que se venía manejando, resulta acotado debido a que recién en marzo se definirían los respectivos goteos dinerarios para cada área.
Varios titulares de carteras repiquetean con sus dedos sobre el escritorio en sus despachos, algunos aún siquiera tienen lugar definido, a la espera de datos precisos que les permitan avanzar durante enero y febrero, descontando lo que resta de este mes por la feria administrativa.
Algunos ministros se verán obligados a agudizar su listeza para poder concretar eventos que durante el período señalado acaparan la atención de propios y extraños.
Además del chamamé, las playas y los carnavales, también hay áreas en las que deben avanzar con programas directamente relacionados con la nueva impronta establecida luego de la rúbrica del Pacto Correntino.
Todo lo descrito se estaría planificando sobre un escenario austero, o por lo menos sin que hasta el momento se haya asegurado un colchón financiero capaz de apuntalar una iniciativa sin sobresaltos o preocupaciones para los ministros.
Ricardo Colombi, por estas horas mantiene constantes reuniones con los integrantes de su Gabinete, analizando las estrategias para no bajar un cambio y mantener la marcha hasta marzo, donde pretende acelerar a fondo en una carrera que se extenderá hasta 2017.