Viernes 26 de Abril de 2024

Hoy es Viernes 26 de Abril de 2024 y son las 01:52 -

23.5°

EL TIEMPO EN LA CRUZ

30 de noviembre de 2013

Víctimas de una cultura

Pautas que se transmiten dentro de la familia, a través de la televisión y en la educación. Psiquiatras, psicoanalistas y sociólogos explican por qué los hombres matan a las mujeres.

Durante la mañana del domingo 24, Pablo Peralta se atrincheró en la casa donde vivía su ex mujer, Silvana Eiriz, y la hija de ella, Valeria Gioffre, y simulando que las mantenía como rehenes comenzó a negociar con el Grupo Halcón, que depende de la Policía Bonaerense. Las conversaciones duraron siete horas y cuando las autoridades ingresaron a la vivienda –ubicada en el partido de San Martín– comprobaron que las mujeres estaban muertas. No se trataba de una toma de rehenes más sino de un doble femicidio: el sábado a la noche el hombre ahorcó a su ex pareja y el domingo mató a su hija de un disparo en la nuca.
 
Silvana, de 49 años, y Valeria, de 23, se incorporaron a un registro alarmante: en la Argentina cada 35 horas muere una mujer por el hecho de ser mujer. Y en lo que va del año suman 209. El femicidio es la expresión extrema de la violencia de género, y pese a que cada contexto es singular, hay cuestiones que se repiten. De acuerdo con el relevamiento del Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano, de la Asociación Civil Casa del Encuentro, en el 63 por ciento de los casos el autor del crimen es o fue esposo, novio o amante de la víctima.
Como cada año, el último fin de semana tuvo lugar en San Juan –una de las provincias más conservadoras del país– el XXVIII Encuentro de Mujeres. Veinte mil mujeres participaron de distintas comisiones y marcharon a favor del aborto legal, seguro y gratuito, y contra la trata, la minería y la violencia machista. La cantidad de personas que se suma a la marcha cada año es una muestra de que el tema preocupa cada vez más.

El asesinato es el punto extremo, pero hay episodios diarios que naturalizamos y que alimentan la violencia de género en todas sus formas. Si bien los especialistas advierten que existen disposiciones orgánico-psicológicas a la violencia, es la sociedad la que cría hombres femicidas y mujeres víctimas. Para el sociólogo y Premio Konex 2006 Emilio De Ípola, “es un problema cultural de larga data. Antes pegarle a la mujer aparecía casi como un deber. Letras de tango como ‘Toalla mojada’ eran cantadas por hombres y mujeres como lo más natural del mundo. Hoy en día, festejar que es mamá quien sirve la comida o decirle que es ama y reina de la casa también lleva a la aceptación de que la mujer se ocupa de las tareas hogareñas y de complacer al hombre. Lo mas difícil de cambiar no es la economía de un país, sino la ideología”.

Por caso, en los jardines de infantes se siguen cantando canciones infantiles cuyas letras sostienen, por ejemplo: “Me quiero casar con una señorita que sepa coser, que sepa bordar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar”, o “me arrodillo a los pies de mi amante, me levanto constante, constante”. Las pautas machistas están presentes en la educación de las distintas franjas etarias y sociales y son tomadas con total naturalidad.

Dada su masividad, la televisión es un elemento central en la difusión de esas pautas. La pantalla chica exhibe cuerpos de mujeres semidesnudas, no como una expresión artística sino con el mero objetivo de ser exhibidas. Fabiana Tuñez, coordinadora de la Casa del Encuentro, aclara que “los hombres celebran a esas mujeres siempre y cuando no sean sus hijas, su madre o su hermana”. Desde el punto de vista psicoanalítico, Leticia Glocer Fiorini, presidenta de APA (Asociación Psicoanalítica Argentina), agrega que según Sigmund Freud los hombres dividen “entre la mujer pura y la prostituta. La pura es la madre, o la representante de la madre, que puede ser la hija, y es intocable e idolatrada”. El resto integra la segunda categoría y no merece consideración alguna.
Tuñez sostiene que la sociedad también tiene naturalizados los celos como posesión y muestra de amor. “La mujer muchas veces dice ‘él no me quiere porque no me cela’, mientras que el varón piensa ‘la celo porque la quiero, porque está conmigo y me pertenece’. Naturalizamos el control, los horarios y las llamadas de teléfono. También es común escuchar que ‘si no me das la clave de mail es porque tenés algo que ocultar’”.
En febrero de 2010, Wanda Taddei fue prendida fuego por su novio, el músico de Callejeros Eduardo Vásquez, y murió luego de once días de agonía. Vásquez fue condenado a 18 años de prisión por “homicidio calificado por el vínculo, atenuado por su condición en estado de emoción violenta”. En ese momento el Código Penal entendía la “emoción violenta” como un paliativo, incluso en los casos de femicidio. Pero el 18 de septiembre de 2003, con el Código Penal ya modificado, la Cámara Federal de Casación Penal modificó la sentencia, entendiendo que Vásquez actuó de forma consciente y lo condenó a prisión perpetua. En su momento Jorge Taddei, padre de la víctima, reconoció que la pareja mantenía “una relación de amor y conflicto” y lamentó no haber educado a Wanda para denunciar estas situaciones.

La cuestión es que cuando una mujer rompe con esos modelos que la sociedad transmite como “adecuados”, provoca la reacción del hombre que ve violentada su “jerarquía”. Tal vez de ese razonamiento provenga la justificación de “emoción violenta” que contemplaba el antiguo Código.
“Es importante que se sancionen las leyes pero también tiene que haber un cambio cultural. No tener leyes sería vivir en anarquía y es necesario regular qué cosas son aceptadas y cuáles no. Antes, a los asesinos de mujeres se los podía condenar de 5 a 25 años y en promedio les daban diez. Con la reforma del Código, un hombre que mata a una mujer por violencia de género es condenado a prisión perpetua. Esto no evita el femicidio sino que garantiza justicia cuando se produce. Va a ser muy difícil erradicar la violencia si no educamos a nuestros hijos en la equidad. Hay que combatir el machismo en el que fuimos educados”, dice Tuñez.
Horacio Vommaro, presidente de la Asociación Psiquiátrica Argentina (APSA) y director de psiquiatría y salud mental de INEBA, reconoce que “hay personas potencialmente más violentas que otras. El síntoma tiene cuatro componentes: biológico, psicológico, social y cultural. Lo biológico es necesario pero no suficiente, ya que se modela en la intersubjetividad. De todas formas, las costumbres son construcciones humanas y se pueden modificar, no hay que naturalizarlas”.

Una típica pregunta entre amigas cuando una se va a vivir con el novio es: “¿Te ayuda con las cosas de la casa?”, suponiendo que la responsabilidad recae en la mujer y la tarea del hombre se reduce a “dar una mano”. En los grupos de hombres, cuando uno anuncia que se va a casar, la pregunta es “¿Cómo te convencieron?”, o se afirma: “Al final te pescaron”. Los muñecos que decoran las tortas de casamiento suelen mostrar a la mujer reteniendo al hombre, una imagen risueña que esconde la idea de que el destino de la mujer es casarse y ocuparse del hogar.
Glocer Fiorini agrega que “luego el destino es la maternidad. Sin embargo hay mujeres que no quieren tener hijos y desde la sociedad hay una idealización de que debe tenerlos. Ese es uno de los motivos por los cuales el aborto no está aceptado. Otro factor es el religioso, claro”. La presidenta de APA agrega que al margen de las vivencias y consignas que cada uno aprenda en su hogar, “lo importante es que la sociedad dé alternativas. Si en la casa se enseña que a la mujer le corresponde ordenar para cuando vuelve el marido de trabajar, la sociedad tiene que mostrar que existen otras opciones”.
Como lo que hay que modificar son pautas culturales, hay festivales, obras de teatro y artistas que desde las letras de sus canciones se comprometen con el tema. Este viernes 29 de noviembre, en el marco del Festival de Teatro sobre Género y Violencia, hay una única función de la obra ¡Ay Camila!, que trata la problemática a través de un monólogo. Y el sábado 30, en la plaza Mariano Boedo habrá exposiciones, poesía, música y teatro. En el plano musical, la Mona Jiménez compuso “Mujer golpeada”, una de las más celebradas en la lucha contra la violencia de género.

El acto violento es individual, pero todo lo que lo rodea y antecede es responsabilidad colectiva. Es la sociedad y cada uno de sus miembros quienes naturalizan situaciones violentas. Sigue habiendo manuales de “la buena esposa” que recomiendan “para mantener a tu marido feliz” tener la cena lista, lucir hermosa, ser dulce e inteligente, arreglar la casa, hacer sentir al hombre en el paraíso, preparar a los niños, minimizar el ruido y no quejarse. Visibilizar y tomar conciencia de todas las formas de violencia es la mejor forma de luchar contra ella. 

Informe de una pandemia   1.223 mujeres asesinadas en los últimos cinco años.   12,5% de las mujeres asesinadas habían denunciado y/o tenían medida de exclusión del hogar para el agresor   63% de los femicidios fue cometido por un varón que fue o es esposo, compañero, novio, amante.   65% de las víctimas tenía entre 19 y 50 años.   63% de los victimarios estaba en el mismo rango de edad.   51% de las víctimas muere baleada o apuñalada.   Fuente: Por ellas... 5 años de Informes de Femicidios. Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”
Últimas noticias   El miércoles 27, día de cierre de esta revista, se difundió en Buenos Aires la noticia del asesinato de Analía Gómez, ocurrido el jueves 21 en la provincia de Misiones. La joven, de 27 años, fue encontrada con un cinto atado al cuello y se sospecha de su ex pareja, de nombre Miguel, quien se encuentra prófugo. Analía había denunciado al hombre por violencia de género. Es la víctima de femicidio número 11 en esa provincia en lo que va del año.
Elva Leiva fue liberada el miércoles 20 de noviembre luego de permanecer once días secuestrada (abusada y golpeada) por su ex novio, Eufemio Cabrera, en el conurbano bonaerense. El hombre quedó detenido por privación ilegítima de la libertad, abuso sexual y amenazas. El caso es una réplica de lo vivido una semana antes por una joven de 23 años en la provincia de Río Negro, con idéntica conclusión.

El 5 de noviembre Fabián Tablado, quien gozaba de libertad condicional en su condena a 24 años por haber asesinado de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló en 1996, recibió una nueva condena de dos años por amenazas a su actual compañera, con quien tuvo mellizas, y su suegra.
El 18 de octubre, en Posadas, Misiones, Romina Szidloski, de 25 años, fue asesinada mientras intentaba defender a su prima, Yamila Marczewski, del ataque del ex marido, Juan Benítez. El hombre disparó a su ex pareja en el rostro, a Romina en la cabeza y luego se suicidó. El 11 de junio, en las instalaciones del Ceamse de José León Suárez, apareció el cuerpo de Ángeles Rawson. Los detalles de su asesinato todavía son debatidos en televisión.   Fuente:veintitres.infonews.com


COMPARTIR:

Comentarios