OPINIÓN
1 de enero de 2025
Del dólar carísimo al súper peso
Un capítulo más de "Argentina blanco o negro". Cualquier espectador que viene de afuera piensa que hay un clima de algarabía en la economía pero empiezan a aumentar las dudas. Una vez más, la Argentina mostró con unos pocos números que no tiene grises.
Por Fderico Kucher
El balance financiero de este año deja números impactantes. La bolsa porteña subió más del 170 por ciento y algunas de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street anotaron aumentos de hasta casi 280 por ciento. Los inversores de las acciones energéticas y de los bancos llegaron a este punto con una sonrisa de oreja a oreja. Los bonos soberanos en moneda extranjera registraron subas de hasta 110 por ciento en moneda dura y el riesgo país terminó en caída libre al borde de los 600 puntos.
La contracara de la euforia de los activos bursátiles de los últimos meses fue un dólar financiero que avanzó cerca del 20 por ciento, mucho menos que la inflación cercana al 115 por ciento que se acumuló en el año. La apreciación del tipo de cambio en menos de 12 meses fue extraordinaria, al punto de terminar este 2024 con uno de los dólares reales más bajos en décadas. Hacer compras en Chile o veranear en Brasil volvió a ser barato.
Una vez más, la Argentina mostró con unos pocos números que no tiene grises. Se trata de un país que no puede escapar de la hipérbole y, por ese mismo motivo, del miedo a los cambios repentinos. Los inversores deberían estar felices con los resultados de este cierre del año. Cualquier espectador que viene de afuera y mira los datos acumulados de la bolsa porteña tendería a pensar que existe un clima de algarabía en los mercados y en la economía.
Incertidumbre
Sin embargo, la sensación de los últimos días está lejos de ser de tranquilidad. En lugar de celebrarse las ganancias empiezan a ponderarse las dudas y la incertidumbre para los próximos meses. Una forma de verlo es con el regreso de la volatilidad en el frente cambiario y la necesidad del gobierno de reforzar las intervenciones en el precio de los dólares financieros. La apreciación del tipo de cambio real parece cada vez más insostenible.
La semana pasada hubo un episodio que muestra a la perfección la fragilidad con la que se mueve el esquema económico. El Banco Central vendió en un solo día alrededor de 600 millones de dólares de las reservas internacionales. Se trató del mayor saldo negativo para una sola jornada en seis años y medio. La cifra fue superada únicamente por los 700 millones de dólares que se vendieron en junio de 2018 durante la gestión de Macri.
En el equipo económico argumentaron que fue una situación puntual vinculada con el final del Impuesto País. Pero en el mercado especulan que es un problema de largo alcance. Se rumoreó que la venta masiva de divisas fue por una automotriz japonesa que decidió desarmar sus inversiones en pesos y salir del esquema de carry trade. Una situación que podría replicarse como un efecto dominó en las tesorerías de muchas otras empresas. El Central terminó la semana con la mayor venta de reservas del año.
En el gobierno aseguran que todavía tienen muchos dólares para seguir interviniendo y que pronto llegarán recursos frescos del Fondo Monetario. Sin embargo, en la práctica tiene reservas netas negativas, la necesidad de hacer pagos de deuda por cientos de millones de dólares en los próximos meses y una cuenta corriente cambiaria cada vez más deficitaria. Todos estos motivos llevan al mercado a replantear sus estrategias de inversión y cobertura.
Esta situación provoca también interrogantes sobre el precio de los activos bursátiles. ¿Las acciones y los bonos tienen margen para seguir subiendo? Hasta el momento, las presiones cambiarias no impactaron en el precio de la bolsa porteña pero las dudas van en aumento. No sólo por elementos locales sino por factores que llegan del mundo. El cierre de la semana pasada dejó un sabor amargo a los fondos de inversión de Wall Street debido a la caída del conjunto de las grandes corporaciones de Estados Unidos. Difícilmente la bolsa argentina tenga capacidad de sortear un ajuste si empieza un ciclo de recorte de precios en empresas como Amazon, Tesla, Nvidia o Alphabet.
Fuente: www.pagina12.com.ar