La feligresía católica vivió una jornada histórica con el inicio del nuevo ministerio pastoral de Corrientes de monseñor José Adolfo Larregain. Una multitud, desde horas muy tempranas, con una temperatura que rondaba los 30 grados al inicio de las actividades, se hizo presente para ver un acto histórico para los cristianos.

En el frente de la Iglesia Catedral, se montó un escenario que ofició de altar para que, desde las 19, se diera la bienvenida a los feligreses y autoridades, tanto del ámbito provincial como municipal. Luego procedieron a recibir a las sagradas imágenes de las diferentes parroquias para que a partir de las 20 se llevara a cabo la celebración de la Eucaristía. (Ver páginas 3 y 4)

Pero saliendo del protocolo ante tan importante asunción, gente de todas las edades dio el presente para ser partícipe de este traspaso entre monseñor Andrés Stanovnik y hasta el que hasta ayer fuera auxiliar por cuatro años, José Adolfo Larregain.

Delegaciones de las diferentes diócesis de Capital, de provincias vecinas y de la ciudad de Merlo, provincia de Buenos Aires, no se quisieron perder este acto tan importante para la fe católica en un cambio de la autoridad máxima religiosa.

Algunas personas se acercaron con sus silletas buscando un lugar preferencial para poder observar la ceremonia de transición entre los monseñores Andrés y José Adolfo.

Muchos fieles de barrios alejados del centro, donde está enclavada la Iglesia Catedral, no quisieron perderse tan importante acontecimiento.

"Somos del Montaña, no nos quisimos perder la asunción de monseñor Larregain ni la despedida de monseñor Andrés que estuvo muchos años con nosotros", dijo Mariana, una señora que se instaló con su silleta y que agradeció el paso de Stanovnik por 17 años.

Así como Mariana, muchos fieles que vinieron de Merlo para saludar a monseñor José Adolfo en esta nueva etapa religiosa como Arzobispo de Corrientes, se mostraban muy contentos. "Hicimos muchos kilómetros desde Merlo, pero no queríamos perdernos la asunción de nuestro querido José Adolfo", resaltó Sergio, a la vez que detalló que le resultó "una inmensa felicidad poder llegar hasta Corrientes y estar cerquita de la Virgen de Itatí".

Los más jóvenes también se dieron cita a este evento religioso y mostraron su emoción de poder asistir a algo que es histórico: "Poder ver el traspaso de un obispo a otro no se da todos los días y no queríamos perdernos, vinimos con un grupo de nuestra Pastoral a evidenciar este momento sublime para la fe cristiana", dijo Amalia, una joven que desde muy temprano se acercó con su grupo de Pastoral para no perderse este momento.

La felicidad por la llegada de un nuevo pastor y la emoción por un período terminado del otro se conjugaba en los rostros de muchísimas personas que colmaron la plaza Cabral y vio las alternativas a través de pantallas gigantes. Una emoción única de poder asistir a este cambio de la máxima autoridad religiosa de Corrientes.

Mala organización para la prensa

Siempre, como periodistas que somos, buscamos trabajar sin molestar en las celebraciones o actos a los que asistimos a cubrir, pero hay veces que chocamos con personas que se creen el epicentro de la actividad. No debemos meter a todos en la misma bolsa, pero siempre está aquel que se quiere destacar y lo único que consigue es hacer el ridículo.

Es el caso de un supuesto servidor que no dejó trabajar a los comunicadores que teníamos que estar detrás de la reja de la Catedral, mientras que había un espacio enorme, donde no entorpeceríamos la Eucaristía del lado de adentro, ya que desde afuera la distancia para los fotógrafos era muy incómoda poder tomar buenas imágenes.

A esos personajes les queremos decir que, al igual que ellos, nosotros estamos trabajando y necesitamos una ubicación acorde para hacerlo, no decirnos que "si no podés sacar fotos de acá, andate". Esa no es la manera de tratar a la prensa viniendo de una persona supuestamente bondadosa y religiosa.

Fuente: www.diarioepoca.com