Por Daniela Cosentino

El paquete de medidas que dispuso el ministro de Economía, Toto Caputo, aceleró la inflación en los alimentos y, según admiten en la administración de Javier Milei, llevará a los productos de consumo masivo a niveles que los salarios dejarán de poder pagar. El día después del ballotage del 19 de noviembre fue el primer pico, sobre la meseta elevada que dejó Sergio Massa; y el Caputazo del 12 de diciembre marcó la escalada. Así se terminó de duplicar el precio promedio de los alimentos de la canasta básica.

En el transcurso de diciembre, la inflación en alimentos y bebidas ya llegó al 27% según el informe semanal de la consultora LGC. El porcentual ratifica las proyecciones de varias consultoras que hacen seguimiento de precios y que estiman que en el último mes del año el rubro alimentos llegará al 30%, duplicando el registro de noviembre que dio 15,7% para el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

La tercera semana marcó un nuevo fogonazo inflacionario con unos 5,4 puntos porcentuales respectos de la semana precedente; casi duplicando la inflación de una semana a la otra, con las carnes empujando todo hacia arriba.

“Todo al cien”

“La catarata de aumentos comenzó el 21 de noviembre, nos encontramos con subas por encima del 25%, pero eso fue solo el comienzo. La semana pasada volvió a subir todo y literalmente toda la mercadería aumentó un 100% y hasta un 120%”, dijo a Letra P Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros, el canal minorista donde se abastece el 70% de las familias argentinas. “Todo al cien nos decían”, graficó.

En el canal de consumo moderno, los híper y súper mercados, desde la primera semana de diciembre recibieron “listas de precios con una importante dispersión, con aumentos que en ningún caso están por debajo del 25% y en algunos llegan o superan el 100%”.

En el sector alimentos explican que la escalada sin control comenzó a partir de la finalización del programa Precios Justos; y de los fideicomisos aceitero y triguero. A eso le suman el clima de época que generó el triunfo libertario y el archivo de los controles, pocos efectivos, de la administración massista.

Los productos que más se encarecieron son: aceite, bebidas, harinas, panificados, lácteos, carnes, fideos, yerba, azúcar, atún, café, mermeladas, frutas (banana y manzana tuvieron picos de aumento del 150%).

Contra la industria, góndolas vacías

La política de laissez faire ya produjo el primer encontronazo entre la industria y el canal moderno de ventas, los supermercadistas prefirieron dejar las góndolas vacías antes que aceptar los precios de los fabricantes. “Esta góndola está defendiendo tu bolsillo”, escribió COTO para justificar el desabastecimiento ante su clientela.

“No podemos soportar esos precios y es imposible sostener precios razonables con esas listas”, fue el mensaje de los empresarios supermercadistas a la industria alimenticia que monopolizan un núcleo de empresas como Arcor, Mondelez, Aceitera General Deheza, Molinos Cañuelas, Bunge y Molinos Río, Quilmes, Unilever, Mastellone, Coca Cola, la cervecera CCU y Ledesma, entre otras.

Los dueños de las góndolas entienden que llegaron a un límite y aseguran que “ya han cedido demasiado” a favor de la industria; resignando márgenes de rentabilidad, achicando plazos de pago y otros condicionamientos para garantizarse el abastecimiento. También le reprochan a la industria que siempre le entregan menos mercadería de la que necesitan.

Para ratificar el camino del monopolio, el decretazo de Milei derogó la ley de Góndolas, que establecía que se disponga un máximo del 30% del espacio de venta físico o virtual para que se presenten productos de pymes nacionales; y también para que las cooperativas, mutuales y productores de la agricultura familiar tengan lugar para presentar sus productos.

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), relaciona directamente el aumento de precios con la “profunda desregulación de los mercados: fin del programa Precios Justos, eliminación de las herramientas compensadoras de fideicomiso del trigo y aceite; y fin de las políticas de cupos de exportación”.

CEPA también menciona que “los combustibles aumentaron entre 35% y 40% sólo el 13/12. Habían incrementado sus precios cerca de 30% la semana anterior. En definitiva, las naftas incrementaron su precio 82% en los últimos diez días”.

Fuente: www.letrap.com.ar