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20 de diciembre de 2023

Advierten que la decisión de cambiar leliqs por bonos del Tesoro aumenta el riesgo de un plan Bonex

Se amplio la tenencia de titulos en manos del sector bancario. Requiem para los plazos fijos. Con el fin de las leliqs se incrementa el riesgo del sistema financiero. El bono importador, en la misma clave.

Port Luciana Glezer

El Banco Central decidió que no licitará mas leliqs, principal respaldo de los plazos fijos, y en sucesivas colocaciones las irá reemplazando por pases de un día. Esto fue leído en el mercado como una fragilización del esquema financiero que abre el riesgo de un descalce grande y termine precipitando una suerte de Plan Bonex.

La entidad a cargo de Santiago Bausili anunció que ya no realizará licitaciones de Leliq a 28 días. Ahora "el principal instrumento de absorción de excedentes monetarios" serán los pases a un día, según explicó la máxima entidad bancaria.

Las decisiones del BCRA impactan de lleno sobre los depósitos de los ahorristas. La tasa de los plazos fijos será del 110% para todos los clientes. Hasta este lunes, un depósito a 30 días mayor a 30 millones tenía una tasa mínima de 133%, en tanto la taza para depósitos minoristas se ubicaba en un 126% promedio. Ahora los plazos fijos corren por debajo de la infalción y esto explica la renovada presión sobre el dólar.

"Al centralizar sus operaciones en un solo instrumento, y al ser su tasa de política la única tasa de interés de referencia, se busca hacer más clara la señal de política monetaria y fortalecer su transmisión al resto de las tasas de interés de la economía", dijo el Central.

En lo concreto se trata de reemplazar un papel de deuda del Central con vencimiento a 28 días, por otro emitido por la misma institución con vencimiento a un día, lo que deja mucho más exigida a la entidad monetaria. Pero se trataría del primer paso de una jugada más compleja: reemplazar la deuda del Banco Central por una del Tesoro, que el mercado ve como de menor calidad y de ahi las dudas sobre la solidez del respaldo de los ahorros.

 

Es que en paralelo al cambio de título, el Banco Central amplió el monto máximo de tenencia en títulos públicos. "El gobierno apunta a que esa liquidez se vuelve finalmente a letras del tesoro para financiar el deéficit fiscal. Por eso amplia la cantidad de títulos que puede tener cada banco", explicó a LPO un operador del mercado.

"No solo es el fin de las leliqs, sino es que el requiem para los plazos fijos", dijo a LPO otro economista. 

El dato es que un rato antes de comunicar el fin de las leliqs, el BCRA emitió otro comunicado para habilitar a los bancos a ampliar su tenencia de deuda pública.

Ahora los bancos pueden tener más bonos en cartera que lo que les permitía hasta ahora. El riesgo es que esa mayor tenencia de títulos públicos se compensa con una porción menor de encajes no remunerados.

La normativa vigente hasta ahora obligaba a los bancos a inmovilizar el 30% de los depósitos de sus clientes para garantizar la liquidez del sistema financiero ante eventuales corridas. Resulta evidente que una mayor exposición a titulos públicos y menores recursos inmovilizados como garantía de liquidez, incrementa el nivel de riesgo de todo el sistema.

"Con este aumento de las colocaciones de los bancos se van a transformar los depósitos de la gente en bonos del tesoro", precisó a LPO un reconocido economista.

De esa lectura se desprende la idea de "bonización" de la economía. "Es una dinámica económica sostenida por papelitos. Como la idea del gobierno es destruir al peso debido a que le atribuyen un carácter inflacionario, pero para dolarizar no hay dólares, van camino a reemplazar las tres funciones del dinero con papeles de deuda nominados en moneda extranjera para los que juegan adentro, y cuasimonedas de subsistencia para los caídos del sistema", desarrolló un ex funcionario del Ministerio de Economía. 

En la misma clave puede leerse el bono importador que el gobierno diseñó para el sector privado para saldar una deuda comercial estimada en USD 60.000 millones por importaciones adeudadas, de las cuales el 60% corresponden a operaciones intrafirma que se caracterizan por una extrema creatividad contable. 

Ahora, el gobierno ofrece a las empresas bonos por montos equivalentes atados a la evolución del dólar y con una tasa del 5% en dólares. "Lejos de ser una estatización de deuda, apunta en el mismo sentido. Funciona como una garantía y cobertura de pago para renovar el financiamiento", agregó el ex funcionario consultado. 

Fuente: www.lapoliticaonline.com

 

 

 



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